A 15 días de la presentación del Presupuesto nacional para 2019 los gobernadores oficialistas, opositores dialoguistas y opositores alejados del Ejecutivo no fueron consultados ni citados de manera oficial durante toda la semana de la crisis cambiaria y financiera. Por lo que están estancados a la hora de hacer los números para manejar sus distritos en lo que queda de este año y el que viene.

«Si hubo contactos, fueron secretos. Consultas no hay», sostuvo un operador político de una provincia gobernada por el peronismo pero no hostil a Cambiemos. Todos están a la espera de los anuncios del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, previstos para este lunes.

La letra fina del Presupuesto recién se conocerá el 15 septiembre, pero desde las provincias analizan que la crisis es grande y volátil, por lo que no dan los tiempos de una negociación como las anteriores, para que recién se vote a fin de año.

Incluso antes de la corrida feroz, los gobernadores se quejaban por este cambio de estrategia. «El aislamiento es mucho más grande. A 15 días de la presentación del Presupuesto nuestros ministros de Economía se pudieron juntar sólo con funcionarios de tercera línea del gobierno», criticaron. «Antes, las negociaciones las llevaba adelante (el ministro del Interior Rogelio) Frigerio con los mismos gobernadores. Pero el presidente esta vez se cerró», se lamentó un senador.

En las reuniones de los ministros de Economía en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) el gobierno planteó la reducción porcentual de la coparticipación. Según el pacto fiscal firmado entre Nación y las administraciones provinciales, a partir del próximo Presupuesto las provincias tienen que achicar el impuesto de ingresos brutos. Por ejemplo, a Córdoba eso le implica 8000 millones de pesos menos. El pacto fiscal está basado en el Presupuesto 2018, cuyas variables quedaron en el olvido un día después de ser aprobado por el Congreso, cuando el equipo económico las modificó en diciembre.

A esto hay que sumarle que la recaudación no va a ser la pronosticada, producto de la recesión que puede generar esta crisis económica. Y el ya anunciado achicamiento de la obra pública.

«Todas las variables que tenía que aportar la economía argentina no se dieron, ¿y nosotros tenemos que achicar la recaudación?», se preguntaba el vocero de un gobernador. Algunas administraciones provinciales sostienen que se puede hacer el achique de los 100 mil millones, para no romper el acuerdo con el Fondo, pero a cambio, piden que se suspenda el pacto fiscal «hasta que el país mejore». «Es posible porque a la administración nacional no le significa nada, porque es plata de las provincias». Por ahora el gobierno dijo que no, pero las discusiones siguen.

Es que del ajuste de 300 mil millones que acordó Macri en julio para cumplir con el acuerdo con el Fondo, 100 mil millones lo tienen que ceder las provincias. «La reducción del fondo de la soja sólo fue de 25 mil millones y eso lo sacó Macri por decreto. ¿De qué consenso hablan?». Si el Fondo pide que en este Presupuesto 2019 se llegue a déficit cero, eso va a significar 200 mil millones más.

Si el lunes Dujovne plantea bajar el déficit fiscal de 1.3 a cero para negociar el adelanto que se le pide al Fondo, se habla de un nuevo ajuste cuando no se terminó de negociar el primero. «Son cifras fuera de toda lógica», sentenciaron.