Javier González Fraga no deja de sorprender a propios y extraños con sus declaraciones. Así como supo decir que los pobres se habían acostumbrado a poder comprar un celular y a irse de vacaciones en desmedro de la política económica llevada adelante por el gobierno anterior, hoy, al mejor estilo Luis Barrionuevo en la década del 90, al disertar en un almuerzo del Rotary Club afirmó que “con sólo poner preso al 2% de los empresarios corruptos terminamos con el 90 por ciento de la corrupción”.

Lejos del discurso que les gusta escuchar a sus habituales aplaudidores, González Fraga argumentó: “Querría un país sin corrupción, sin empresarios corruptos. Los países que lograron combatir la corrupción es porque metieron presos a los privados”.

El sincericidio llegó a tanto que el propio economista se incluyó en la lista de aquellos que ganan dinero a costa de los sectores más vulnerables. “Hay muchas fortunas asociadas a la especulación, al éxito financiero y detrás de eso no hay solo un servicio sino también un aprovechamiento de la argentina inflacionaria que nos ha permitido, me incluyo, ganar dinero a costa del país y eso genera pobreza”.

Ante un auditorio absorto. González Fraga concluyó: “Desde el sector privado tenemos que entender que los que podemos solucionar el problema de la corrupción somos nosotros. Siempre va a haber un funcionario público que acepte alguna coima, pero si al menos uno de cada cincuenta empresarios es sancionado, con eso se acaba la mitad de la corrupción. La ética no es algo que se practica los domingos cuando vamos a misa y hacemos caridad. El tema es ser moral de lunes a viernes «.