La primera imagen de la tarde de Guillermo Barros Schelotto fue cuando el plantel de Boca dejaba el hotel donde se concentra para partir rumbo a La Bombonera a afrontar el duelo ante River.

Sonriente, el Mellizo saludó a los hinchas desde lejos y se subió al micro. De repente, bajó y se acercó a la gente. Se acercó a las vallas de seguridad y se puso cara a cara con una señora, que le regaló un rosario.

Luego del partido, Guillermo dio la conferencia de prensa de rutina, con un gesto mucho más adusto y un hablar pausado. “Deberíamos haber ganado”, fue el concepto que mantuvo a lo largo de su contacto con los periodistas, más allá de no aclarar en profundidad si Boca no ganó por errores propios o por virtudes ajenas.

“Que la gente se quede tranquila. Vamos a dar la vida en la segunda mitad. Hoy fue un buen partido y seguramente el próximo también lo será. Boca y River son dos equipos de jerarquía, que juegan pensando en el arco rival”, expresó el Mellizo.

Sobre la lesión de Pavón, las molestias físicas de Pablo Pérez, la gran actuación del arquero Rossi y la reacción de Tevez una vez finalizado el clásico, gritándoles a sus compañeros que levanten la cabeza para saludar a los hinchas, Guillermo prefirió no ahondar demasiado. “Tenemos 13 días por delante para preparar el partido final y lo vamos a hacer con tranquilidad. No podemos dar definiciones en este momento. M voy tranquilo y conforme por lo realizado por los jugadores. Y a partir de mañana hay que seguir trabajando como lo hacemos siempre. Estamos muy cerca del gran objetivo y vamos a dejar todo lo que tenemos para lograrlo”, finalizó el Mellizo.