Gustavo Petro durante su gobierno en la alcaldía de Bogotá tuvo, entre otros logros, bajar los niveles de mortalidad infantil, llevar agua potable a zonas de la capital colombiana donde no había y bajar las tasas de homicidio y robo. Desde su partido Colombia Humana quiere implementar el modelo de la «sociedad del conocimiento», como él mismo lo denomina, imponiendo la educación gratuita, universal y de calidad, y basar la economía en un modelo productivo y no extractivista.  

–¿Por qué cree que el presidente Santos tiene interés en que no haya elecciones transparentes?

–En Colombia siempre ha habido fraude, eso es un crimen, aquí se compran millones de votos en todas las elecciones; ahora se ha descubierto por parte de la Justicia colombiana que el programa de cómputos de la registraduría es fraudulento, nosotros esperábamos del presidente y el registrador una acción para acatar la Justicia. 

–Usted llamó a la gente a la calle en caso de que haya alguna anomalía, ¿piensa tomar alguna otra medida? 

–Hemos crecido rápidamente y eso nos ha permitido configurar un movimiento popular y ciudadano que está a punto de ganar las elecciones y nos permitirá vigilar las mesas si no hay un obstáculo adicional, vamos a tener la capacidad de denunciar si hay fraude y lo vamos a ver mesa por mesa hasta encontrar la anomalía. Si los datos no son transparentes, la gente se mantendrá en las plazas, algunos piensan que este es un mensaje incendiario y no, estamos convocando a millones de personas a que estén tranquilas pero exijan contundentemente la transparencia y el derecho a la democracia; la falta de transparencia ha sido un factor de crecimiento de la violencia en Colombia.

–¿Qué postura cree que adoptará el pueblo?

–Yo tengo mucha confianza en lo que hemos desatado. En 1948 Jorge Eliecer Gaitán logró generar una insurgencia del pueblo, es decir que una fuerza colectiva irrumpiera en la política colombiana, a él lo asesinaron antes de las elecciones y a ese pueblo lo masacraron; las FARC son hijas de violencia sectarias, hasta el día de hoy no se recuerda otro evento similar en que una fuerza colectiva similar irrumpa con tal fuerza que es capaz de ganar, estamos en un momento histórico un tanto asustador pero esperanzador.

–Usted decía que es un momento histórico para Colombia, ¿por qué la política tradicionalista como el Uribismo, es tan fuerte?

–Es por las FARC, la gente se volcó hacia (Álvaro) Uribe para tratar de defenderse de ese ejército de ocupación y la reacción en general era tan adversa que lo aprovechó Uribe. Quedó como el gran estandarte contra las FARC y eso le permitió gobernar desde el año 2002 hasta el 2010, las FARC jugaron un papel premoderno bajo un discurso tradicional de la izquierda soviética. Era un movimiento campesino que derivó muy rápidamente por su propio origen en el odio y la venganza filofascistas, y aún tienen fuerza.

–¿Cómo se resuelve el flagelo del narcotráfico en Colombia y Sudamérica?

–Primero hay que reconocer que lo hecho ha fracasado, la política de EE UU que ha sido guiada hacia el prohibicionismo nos ha llevado a convertir todo el continente en una de las regiones más violentas de todo el mundo, más que muchas zonas en guerra. En Colombia se calcula que hubo 200 mil muertos. Entre los 50 países o ciudades más violentos del mundo, casi todos son latinoamericanos y estadounidenses, eso es producto del fracaso de la guerra contra las drogas. La mafia en Colombia es poderosa, tiene control social, al suministrar directamente a consumidores en barrios excluidos de nuestras ciudades tiene la capacidad de armarlos y encuadrarlos militarmente. Esto implica que hay que tener una política hacia la juventud y el consumo diferente, sin caer en satanizar al consumidor. En Colombia el político que más ataca al joven consumidor y dice de llevarlo preso, el prohibicionista extremo, es el que más recibe plata del narcotráfico a escondidas.

–En caso de ser presidente se va a encontrar con un momento particular en Sudamérica con la mayoría de los países atravesando una fuerte crisis económica y la desintegración de la Unasur, ¿puede perjudicar económicamente a Colombia?

–A mí me parece una oportunidad, la incapacidad de distribución de riqueza a partir de los altos precios de las materias primas es lo que me ha distanciado de los gobiernos progresistas de América latina, planteé una política diferente a la que estos gobiernos aplicaron, hoy muchos en crisis. La supervivencia de la sociedad va a consistir en cómo se separa del carbón y petróleo que ha sido la energía del capitalismo, estamos a las puertas de un nuevo mundo, como también podemos estar en las puertas de la extinción, que es la cara negativa del cambio climático donde están Trump, Duque, Vargas Lleras (candidatos a la presidencia en Colombia), la derecha y también la izquierda latinoamericana. Venezuela es el ícono de este modelo porque fácilmente los precios internacionales de esas materias primas se derrumban, tenemos que pasar a una economía productiva donde la inteligencia y el conocimiento sean el eje central. «