Su personaje tiene algo de ella y de todas las mujeres. Por esta razón es que tantas se sienten representadas por la tira que plantea situaciones que se dan a diario en la interacción con el hombre y que Mora resuelve con un humor lúcido y poco complaciente. Hasta hace poco, el humor gráfico era un territorio casi exclusivamente masculino. Pero, como en tantos otros, también en este espacio las mujeres fueron ganando terreno. También ésta fue una conquista que requirió trabajo, determinación y espíritu de lucha. Hoy, la contratapa de Tiempo tiene una tira hecha por una mujer que se anima a decir Conmigo no, varones y que convoca a otras mujeres para que puedan hacer del humor gráfico una forma de expresión.

-¿En qué  consiste el taller que vas a dar en Tiempo Argentino a partir de este jueves?

-El taller está referido a humor gráfico feminista. Está dedicado a principiantes y van a ser tres encuentros los días jueves de 18.30 a 20.30. Comenzamos este mismo jueves. La idea es  repasar un poco cómo ha sido el rol de las mujeres en el humor gráfico  y en la historieta, cómo en su momento hemos sido presentadas mayoritariamente por hombres hasta que empezamos a dibujar y a hablar por nosotras mismas. Antes, en el humor gráfico eran muy comunes los estereotipos de la mujer, pero luego irrumpen las mujeres con Maitena y otras autoras a la cabeza. Así comenzamos a representarnos a nosotras mismas. La idea es ver el trabajo de algunas autoras, ver cómo fuimos evolucionando, cómo fuimos participando cada vez en el humor gráfico. Luego, también charlar un poco de feminismo, sobre cómo nos interpela este modelo histórico,  cómo podemos darle pelea al machismo desde el humor gráfico feminista. Además, vamos a dar algunos tips de dibujo, algunos trucos para poder armar nuestra propia viñeta, nuestra propia tira gráfica, un fanzine o lo que quieran las mujeres que asistan al taller y vamos a acompañar ese proceso creativo para terminar con una viñeta y su digitalización para poder subirla a las redes. Me interesa mucho que puedan subirla a las redes porque ésa es una gran herramienta comunicacional que permite ver cómo pegan los dibujos feministas. Hay ahora toda una corriente de dibujantas feministas que hacen trabajos que se viralizan y tienen  un mensaje que llega. Por eso está muy bueno que cada una pueda empezar a publicar dibujos asiduamente en las redes si es de su interés.




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-¿Es un taller exclusivamente dedicado a mujeres?

-Eso lo charlamos un poco con las compañeras de Tiempo que tuvieron la idea de hacer un taller. Creo que debería ser un taller para mujeres, pero si viene algún hombre o personas de otro género veremos cómo lo manejamos porque la idea no es cerrarse sino abrirse a las personas a las que les interese participar. Eso sí, quienes asistan deberán tener en cuenta que es un taller de humor gráfico feminista.

-¿Cómo se define el humor gráfico feminista, por una temática o también por algún tipo de trazo particular? Cuando hablaste de estereotipos recordé las famosas chicas de Divito, con cintura chiquita y caderas anchas. ¿Cómo se refleja el humor feminista desde lo gráfico?

-Justamente las chicas de Divito son una de las cosas que vamos a ver en el taller porque esos cuerpos perfectos que aparecían constantemente en el humor gráfico constituían un estereotipo. Por otro lado, también existía un estereotipo de persona fea. La suegra y la esposa eran representadas de una forma y la mujer como objeto sexual, de otra. Me parece importantísimo que se empiecen a representar otros cuerpos. Creo que ya el hecho de que una mujer esté dibujando es un acto feminista porque es un ámbito del que durante mucho tiempo fuimos relegadas. Pero también me parece importante dar el segundo paso, dibujar mujeres que tengan nuestros cuerpos reales porque necesitamos vernos representadas en ellos en todo tipo de gráfico,  no sólo en el humor gráfico sino también en las novelas, en la publicidad, en las películas, en las series. Es importante que aparezcan otros cuerpos que no sean aquellos que nos quieren imponer permanentemente que son estereotipos muy difíciles de alcanzar y muy dolorosos para distintas mujeres.

-Habiendo tenido a alguien como Niní Marshall, el humor en la Argentina todavía parece ser un ámbito masculino.

-Sí, el humor ha sido tradicionalmente un ámbito de hombres y las mujeres ocupamos un lugar secundario o, peor, de objeto de burla de los hombres. Aún hoy te dicen cosas como “ya no se puede hacer humor, ya no se pueden hacer chistes porque las mujeres se enojan”.  Bueno, hay que buscar otras formas de humor que no sean denigratorias, que no resulten dolorosas y que no lleven a confirmar estereotipos que contribuyan a sostener ese sistema de opresión que es el patriarcado. Creo que ha llegado la hora de reírnos más del opresor que del oprimido.

-¿Cómo te formaste como dibujante, como humorista?

– Soy licenciada en Comunicación. Estudié en la facultad de Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires, pero siempre me gustó dibujar y nunca dejé de hacerlo. Retomé el dibujo con mayor dedicación de adulta, cuando comencé a ir a algunos talleres fuera de lo que era la carrera formal.

-¿Cuáles?

-Fui a la escuela de Luis Ordóñez que es de caricatura y luego a la de Claudio Kappel que enseña específicamente humor gráfico. También hice algunos talleres de ilustración digital en la UNSAM y en otros lugares. Con esos cursos y, fundamentalmente con la práctica, me fui desarrollando. Para dibujar hay que practicar mucho, no hay ningún otro secreto.

-¿Para participar del taller que vas a dictar es una condición excluyente que quienes asistan tengan algo producido o basta con la intención y el deseo de dibujar?

-Puede acercarse cualquiera que tenga la inquietud porque justamente, como dije, vamos a ver trucos para comenzar a dibujar: cómo plantar en la hoja los primeros pasos, cómo generar expresiones en los personajes. En el humor gráfico a veces importa más el guión que el dibujo en sí mismo. Por supuesto, si el dibujo es lindo y detallado, queda mejor, pero se puede hacer humor gráfico con dibujos muy sencillos. La idea es que puedan largarse a dibujar rápido para luego perfeccionars, si es que tienen ganas.



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-¿Y vos cómo empezaste?

-Comencé subiendo mis dibujos a las redes sociales y me hice una página de facebook que se llama Es muy poco serio. Esto sucedió en 2012 y lo que subía era humor político. Comenzaron a viralizarse muchos dibujos. Así empezaron a llamarme para trabajos específicos. Hice tapas de libros, ilustraciones para una revista de La Plata que se llamaba Aluvión popular, para Contra Hegemonía e hice alguna colaboración para Página 12. Trabajé, sobre todo,  para publicaciones militantes. Lo primero que publico de forma regular es la tira que hago en la contratapa de Tiempo Argentino. Es la primera vez que hago una tira, antes siempre trabajé con personajes más aislados., viñetas únicas que se resolvían en un cuadrito. Fue una experiencia nueva tener que hacer un desarrollo en tres cuadros.

-¿La protagonista la creaste especialmente para Tiempo Argentino o es un personaje que venía de antes?

-En realidad comencé dibujándome a mí. Muchas humoristas gráficas nos dibujamos a nosotras mismas y hacemos reflexiones desde lo que nos pasa a nosotras. Cuando tuve que hacer la tira recurrí a ese personaje que soy un poco yo y otro poco alguien que no soy yo. Le puse de nombre Maite en honor a Maitena.

-El 8M tuviste una experiencia directa con tus lectores, ya que hubo cerca de Plaza de Mayo dos mesas con tus tiras, tu libro y remeras con el personaje.

-Fue una experiencia muy linda la que viví en la Plaza porque yo no tengo un ida y vuelta con la gente más allá de las redes sociales. Como en toda publicación que apunta a molestar, a pinchar un poquito, las respuestas son diversas, hay de todo. A las mujeres en su mayoría les gusta mucho la tira. Entre los varones hay algunos a los que también les gusta mucho y otros que se quejan porque dicen que es muy violento. Hay mujeres que se conmueven, que se emocionan, que me agradecen por representarlas. Eso me pone muy contenta.

Para consultar e inscribirse al taller, escribir a [email protected].

O llamar al diario: 43424601