Alejandro «Topo» Rodríguez es el segundo candidato a diputado nacional de Consenso Federal por la provincia de Buenos Aires y un conocedor de la política de ese territorio. A mediados de año dejó su cargo de jefe de Gabinete en La Matanza para «armarle» junto a Graciela Camaño la provincia a Lavagna.

El exministro de Asuntos Agrarios de Daniel Scioli desembarcó en Consenso Federal por su afinidad personal con el exministro de Economía. El dirigente al que todos los intendentes conocen y respetan trabajará activamente en profundizar la inserción en el territorio tanto del candidato a gobernador, Eduardo «Bali» Bucca, como del propio Lavagna. Pero advierte que eso será recién en septiembre porque ahora hay que «bajar la ansiedad de campaña».

De cara a lo que viene, plantea la necesidad de garantizar alimentos para comedores e insumos para hospitales. Igual que Roberto Lavagna apuesta a la pelea por desbancar a Cambiemos y convertirse en la segunda fuerza nacional.

¿Qué análisis se hace de la situación una semana después de las PASO?

–Nos cuesta hacer un análisis político en medio de esta situación tan delicada. Hay algo que no se está viendo o que por lo menos yo no veo. Nadie pone en el medio las prioridades de la gente en esta coyuntura. En estos momentos lo que hay que hacer es congelar la ansiedad de campaña. El primero que lo tiene que saber es el gobierno, pero es responsabilidad de todos. El gobierno tiene que saber que hoy hay serias dificultades en la oferta alimentaria; no se entrega harina, no se entrega aceite, no se entregan insumos en los hospitales porque sus precios están en dólares. La situación es grave y el problema tiene varias dimensiones. La primera es la cuestión social porque cuando los alimentos vuelvan a entregarse el precio va a estar por los nubes.  Después está la dimensión pública que tiene que ver con la provincia y los municipios que no reciben alimentos ni insumos porque los proveedores no tienen precio. Ahora yo me pregunto si está trabajando la gobernadora (María Eugenia) Vidal con los intendentes de los principales municipios para resolver la situación que se viene o está de gabinetismo rearmando la campaña porque piensa que puede ganar las elecciones. ¿Ya le ordenó a su ministro de Educación que abra las escuelas las 24 horas y los fines de semana y los feriados para darle de comer a la gente? ¿O qué piensa que va a provocar la devaluación? Tiene que organizar un potente refuerzo alimentario en los próximos días. Esta semana se dijo que en la reunión del Gabinete nacional hubo arenga para la campaña. Yo no puedo creer.

–¿Dentro de ese marco que está describiendo, ¿le parece que la inacción del gobierno puede tener como resultado un estallido social?

–No queremos ser tremendistas. Esto está y se va a agrandar en las próximas semanas. Hay que tener un plan alimentario para las próximas semanas.

–Pensando en octubre, ¿cómo se van a parar frente a las ofertas que públicamente le hicieron a Lavagna desde Juntos por el Cambio y el Frente de Todos?

–Lo primero que hay que valorizar es que aparentemente en la Argentina se desmoronó el reino de la bronca. Es saludable que los adversarios políticos puedan hablar entre sí después de un proceso electoral. Ahora bien, lo que tiene que quedar claro es que Lavagna es un hombre de Estado y es candidato a presidente. No es candidato a ministro de nada ni de nadie. Los elogios son bienvenidos y también son un signo de madurez política pero nosotros seguimos nuestro camino.

–¿Ustedes creen que el oficialismo tocó su techo electoral en las PASO?

–No lo sé. Lo que sí está claro que es ha habido un voto castigo que le pone un límite a su crecimiento a futuro. En ese marco nosotros nos consolidamos, contra viento, marea y todos los pronósticos, como la tercera fuerza electoral por ahora. Sobre esa base vamos en busca de ser la segunda fuerza a nivel nacional. No hay duda de que el fracaso electoral tiene que ver con la situación económica. La sociedad argentina castigó la ceguera de Macri. No es que no comprenden lo que pasa, es que no lo quisieron ver. Se negaron a ver la realidad pese a que hubo advertencias electorales en todas las provincias.

–¿Cómo encararán la campaña rumbo a octubre?

–El mensaje va a ser el mismo. Es lo que viene diciendo Lavagna hace mucho tiempo y lamentablemente ahora se ve claro que tenía razón. Hay que cambiar de modelo para permitir el consumo y la producción. Sabemos que nos falta más inserción territorial y más profundidad. Hemos sentado las bases. «