Este sábado 27 de octubre cierra la sexta edición del Festival BAN de novela policial que se inauguró el 24 y que da cuenta de la vigencia del género que cultivaron y siguen cultivando grandes nombres de la narrativa nacional e internacional. Su director es Ernesto Mallo, escritor, dramaturgo y periodista que cuenta en su haber libros policiales como El hilo de sangre y El comisario Lascano. Organizado por la Dirección General del Libro, Bibliotecas y Promoción de la Lectura del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, el evento cuenta con el apoyo de las embajadas de España, Italia, Canadá, Francia y México.

El festival prueba la vitalidad de un género en un momento en que la noción misma de género es puesta en cuestión. No sólo la literatura produce novelas policiales, sino también las series televisivas y el cine. Es necesario destacar que, además, hay quienes disfrutan del género a edades tempranas. Por eso, el Festival incorporó un espacio infantil y juvenil de la Biblioteca Nacional Dailan Kifki, con lecturas de cuentos policiales para chicos y jóvenes de 12 a 18 años. Durante el transcurso del Festival se exponen historietas y dibujos de Danilo Guida. En esta edición, el encuentro se lleva a cabo en el Centro Cultural San Martín y reúne  a más de 100 invitados  de Alemania, Argentina, España, Estados Unidos, Francia, México, Noruega, Perú y Uruguay.

Entre las perlitas de esta edición, sin duda se cuenta la presencia de Olivier Norek, el autor francés que incurre en el género a partir de su experiencia como guardiacárcel. Entre los nombres nacionales figuran, entre otros, Guillermo Martínez, Pablo De Santis, Florencia Etcheves, Franco Vaccarini, Mempo Giardinelli.

Durante la segunda jornada que tuvo lugar el jueves se dictaron conferencias sobre casos de crímenes rurales y sexuales, canibalismo, imperfección de héroes y villanos, sectas delirantes y violencia política. La tertulia con que comenzó esa jornada estuvo dedicada al tema Escritura y Derechos Humanos. De ella participaron Luisa Valenzuela y Vicente Muleiro, moderados por Miguel Gaya. “La escritura funciona como válvula de escape y como una forma de entender”, dijo la escritora, al reflexionar sobre su producción literaria durante esa época. Hizo un repaso de sus cuentos durante la dictadura y contó el trabajo que tuvo que hacer, con la ayuda de colegas como Alberto Girri, para editar sus libros de modo tal que no le costaran la vida.

Muleiro, quien junto con María Seoane escribió la biografía de Videla y, más recientemente, una obra de teatro sobre él (Vidé / La vuelta móvil), afirmó que la libertad de la escritura de ficción le ha permitido completar la representación de ese personaje monstruoso y crear una especie de “humor de terror”. El periodista, escritor y dramaturgo, reconoce que, como lector, nació leyendo muy interesado en el cruce entre cultura y política: “Nunca me voy a separar de esa tensión”, aseguró.

Eduardo Fernán-López Malatesta se ocupó de Crimen rural en España: Un recuerdo generacional del terror. El historiador e investigador español, que nació, creció y vive actualmente en una zona rural, habló de casos criminales que se dieron en España y de cómo la prensa los aborda mediante ideas falsas y lugares comunes. “Los periodistas utilizan tanto la información oficial del caso como la oficiosa”, según dijo, para alimentar el morbo de quienes consumen las noticias.

Matías Bragagnolo se refirió a la historia de la secta que creó David Brandt Berg, Niños de Dios, formada a fines de la década del sesenta en Huntington Beach, California. Bragagnolo está escribiendo una novela al respecto- que “tendrá al menos cinco tomos”, anticipó.

En Crímenes verdaderos, documentales que revelan costados, resuelven casos o destapan ollas, Horacio Convertini habló de Making a murderer, Wild wild country y The staircase, entre otras series y películas que cuentan casos criminales reales: escenario, víctimas, villanos y consecuencias de la divulgación de estas historias a través de sus versiones documentales.

Florencia Etcheves admitió que cuando escribe, prefiere retratar a los villanos y reflexionó sobre distintos personajes de sus lecturas, de ambos lados del crimen, en la charla llamada La imperfección de los héroes y la de los villanos.

La conferencia de Juan Bas retomó el tema con que empezó la jornada: Violencia política, violencia de Estado. El escritor vasco habló de la novela que le valió el Premio Dashiell Hammett en la última edición de la Semana Negra de Gijón, El refugio de los canallas, que aborda este tipo de violencia, el odio y sus consecuencias en el País Vasco.

El cierre de la jornada estuvo a cargo de Inge Schilperoord, psicóloga forense y autora de No volverá a pasar, una novela narrada desde la perspectiva de un pederasta que lucha contra su patología para no reincidir.

La jornada del hoy, viernes, se abrirá a las 16 con la charla Realidad y ficción. Libros y Cine a cargo de Juan Sasturain y Gabriel Wainstein con la moderación de Ricardo Romero. Los argentinos Guillermo Martínez, Marcelo Figueras y Demián Konfino respectivamente se referirán a La familia como escena del crimen, a El perfecto asesino y a Negra y Villera. Pibes chorros y pibes a secas.

Leye Adenle, por su parte, dará la charla África: la violencia cotidiana en la ficción y la realidad, mientras que Olivier Norek se referirá a La jungla carcelaria en la literatura y en la vida real.

Mañana, sábado, la última jornada del Festival se abrirá con Psiquiatría y crimen, diálogo del que participarán Daniel Silva y Raúl Torre y contará con la moderación de Marta Travacio.

Pablo Ferrazzano  se referirá a Tres seriales criollos: El Petiso Orejudo, Francisco Laureana y Robledo Puch. Felicidad, falopa y fracaso será el tema de Enzo Maqueira.

Virginia Messi y Ricardo Ragendorfer  hablarán de Crímenes inverosímiles pero reales y Paco Haghenbeck de La enfermedad mental en la literatura. Cristina Manresa y Ernesto Mallo tendrán a su cargo la charla Cómo matan las mujeres y Cómo matan los hombres.

Antes del cierre de la jornada y del Festival, se realizará un gran sorteo.

Si aún no descubrió quién es el asesino, tendrá que esperar hasta la próxima edición