Histórico abogado de la CGT, Héctor Recalde se desempeñó hasta el 10 de diciembre en un rol de por sí complejo: fue el titular del bloque del FpV-PJ en los dos años que siguieron a la derrota presidencial de 2015. Su figura fue apuntada por el propio Mauricio Macri al acusar a los abogados laboralistas de integrar “una mafia”. Según el presidente, el estudio jurídico de Recalde era uno de los promotores de un aprovechamiento sesgado de la legislación. Recalde procesó con serenidad esa ofensiva. Recibió muchísimos gestos de solidaridad. El jueves, asistió al encuentro por la unidad del peronismo que se organizó en la UMET. Allí pronosticó que, una vez realizada la marcha de Camioneros y la CGT, el sindicalismo asumirá más protagonismo en el proceso de reunificación del PJ.

-¿Qué rol va a tener el sindicalismo, que se encuentra en una lucha muy fuerte contra el gobierno pero también con divisiones importantes, en este proceso de convergencia?

-Esta convocatoria es muy auspiciosa, como un principio de lo que debe suceder. Y sobre el movimiento obrero, yo creo que a partir del acto convocado para el 21 de febrero se va a generar una fuerte comunión de un sector del sindicalismo –no todo el sindicalismo, porque sería muy iluso pretender eso, como tampoco está todo el peronismo acá- con todo lo que se está gestando. En efecto, el sector que convocó para el 21 de febrero seguramente va a tener un espacio protagónico para hacer una articulación entre el peronismo político y el peronismo sindical.

-El 21 de febrero se realizará la marcha convocada por Camioneros y la CGT. ¿Qué tan importante es que Camioneros, con 200 mil afiliados y una influencia clave en actividades estratégicas de la economía, se pase a la oposición social y sindical a Cambiemos? ¿Es un dato que debe preocupar al oficialismo?

-Ya están preocupados.

-Desde algunos medios, y en simultáneo con algunas denuncias judiciales, se están lanzando una ofensiva sobre los principales dirigentes del moyanismo.

-El acto va a ser un acto pacífico, en el que va a estar el sindicalismo pero también los movimientos sociales, que dijeron que van a adherir. Sobre todo la anticipación al día 21 de febrero, y el no hacerlo el 22, dieron lugar a que se junten varios estamentos. Este es un camino de construcción colectiva. Por eso digo que en el camino se van a juntar los que estén en el sector nacional y popular de la sociedad, no importa cuál sea su pertenencia de base. Si son estudiantes, profesionales, trabajadores asalariados. Todos se van a juntar. Porque más que una necesidad es un imperativo categórico de la hora, diría Kant.

-Hay un intento de Cambiemos de asociar, culturalmente, al peronismo con el pasado, y al sindicalismo a la mafia y a la extorsión. Ellos, según esa mirada, serían el futuro y la eficiencia. El peronismo, el clientelismo, las prebendas y la violencia. ¿Estos prejuicios son compartidos por la sociedad?

-Para sintetizar: lo único que falta es que este movimiento es un aluvión zoológico. Pero la historia demostró que no éramos un aluvión zoológico sino la representación de los sectores más rezagados del pueblo argentino, los que sufren más necesidades, y que en 1945 encontraron una canalización con Perón. Y ahora continúa la historia con otros nombres y otros protagonismos. Lo fundamental en esta construcción es que no se han puesto por delante los nombres propios de los candidatos, sino la construcción colectiva de un programa. Después vendrán los nombres propios. Lo peor hubiera sido hacer al revés. Instalar un candidato y después hacer todo lo demás. Eso no sirve. Estoy convencido de que este es el buen camino.