Hijos, hijas y familiares de genocidas se suman este fin de semana a organizaciones de Derechos Humanos, sindicales, políticas y vecinos del Bosque Peralta Ramos y de otros barrios de Mar del Plata para realizar un repudio a la prisión domiciliaria concedida al genocida Miguel Etchecolatz en la localidad balnearia. 

La caravana marcha desde el acceso al Bosque Peralta Ramos, en Mario Bravo y Don Arturo, hacia la casa de Etchecolatz, en Boulevard Nuevo Bosque, entre Guaraníes y Tobas.

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El grupo Historias Desobedientes compuesto por hijos, hijas y familiares de genocidas emitió un segundo repudio a la prisión domiciliaria del ex jefe policial y anunciaron que participarán de la movilización y la conferencia de prensa los miembros que lo componen, entre ellos, Pablo Verna -autor de un proyecto de ley pide modificar dos artículos del Código Procesal Penal y que impulsa la posibilidad de declarar contra sus padres en casos de delitos de lesa humanidad-, como así también los integrantes Laura Delgadillo, Analía Kalinec, Liliana Furió y Fernando Castillo.

En su carácter de hijas, hijos y familiares de genocidas, los integrantes de Historias Desobedientes piden a sus padres y familiares que “tengan el valor y la dignidad de dar a tantas madres, abuelas, hermanos y demás familiares de desaparecidos, la verdad respecto del destino que han tenido los bebés nacidos en cautiverio y de todos sus familiares desaparecidos.” Y exigen al Estado que se dispongan de todos los medios y recursos necesarios para que “el total cumplimiento de las penas de los genocidas no impliquen tratos inhumanos, crueles o degradantes ni restrinjan derechos fundamentales más allá de las penas; repudiamos la prisión domiciliaria de los genocidas; y exigimos cárcel común y efectiva para el cumplimiento de sus condenas de conformidad con lo dispuesto en la ley 27.156 que no admite indultos, amnistías ni conmutación de pena alguna.”

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En el extenso escrito, el grupo rechaza la indiferencia y admite la angustia y el dolor que provocan “los nuevos tiempos de impunidad”, recalcando este hecho como inadmisible como así también el 2×1 de la Corte Suprema como el “happy hour del horror”, acto fundante y memorable de la agrupación, el año pasado.

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La responsabilidad frente al incumplimiento de las obligaciones internacionales corresponden a los tres poderes del Estado que “tienen el deber de obrar sin demoras en busca de soluciones superadoras frente a la circunstancia que debe ser conocida y denunciada que ha sido informada por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, de que son 549 condenados por crímenes de lesa humanidad que se encuentran con arresto domiciliario.”

El grupo cierra su rechazo reconociendo la valentía de Madres y Abuelas:: “No podemos menos que repudiar tales injusticias y proclamar la defensa de todas las conquistas en materia de Derechos Humanos, la cual tuvo lugar luego de años de impunidad y de lucha irrestricta e inclaudicable de esas verdaderas mujeres valientes, que son las Madres y las Abuelas.”