En 2011, cuando comenzó su carrera en el Congreso, se describía como “el diputado de las Abuelas”. Fue entonces cuando, junto con otros hijos de desaparecidos, y nietos recuperados también iniciaban su carrera política.

Horacio Pietragalla Corti es hoy secretario de Derechos Humanos de la Nación. Su identidad la recuperó en 2003 cuando le confirmaron que era hijo de Horacio Pietragalla y Liliana Corti, ambos militantes de Montoneros. Su carrera política comenzó en diputados, luego fue el presidente del Archivo de la Memoria y en 2017 volvió al Congreso.

Durante los años del macrismo, Pietragalla fue clave para las víctimas de violencia institucional. También lo fue durante las diferentes represiones que sucedieron a lo largo del gobierno de Cambiemos, que llevaba adelante una política represiva a manos de la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

“Tengo y siento una responsabilidad muy grande en poder profundizar de vuelta las políticas de Derechos Humanos que fueron banalizadas durante cuatro años. Todavía hay deudas de la democracia, como la violencia institucional, y vamos a trabajar muy fuerte para erradicarla”, expresa el Pietragalla Corti a Tiempo Argentino, a través del teléfono.  

–¿Cómo analizás la política de Derechos Humanos después de cuatro años de macrismo?

–Sufrimos una política que retrotrajo todo lo que se había logrado en materia de Derechos Humanos, y que había puesto a la Argentina como ejemplo en el mundo. Vamos a trabajar desde esta Secretaría para que las políticas de Derechos Humanos sean transversales a cualquier gobierno. No podemos permitirnos más que venga un gobierno y deliberadamente actúe en concordancia con los genocidas que llevaron adelante tanta masacre en el pueblo argentino.

–¿Dónde se notaron más los perjuicios de esas políticas?

–Los juicios de lesa humanidad y la condena a los genocidas fue un claro ejemplo, también el abandono edilicio de los sitios de memoria. Pero además se promocionaron nuevas violaciones a los Derechos Humanos, como haber habilitado las represiones en protestas sociales. O la habilitación de violencia institucional, como la doctrina Chocobar o en casos emblemáticos como Rafael Nahuel y Santiago Maldonado. El esquema comunicacional que tuvo Cambiemos fue el de instalar en la sociedad que tenemos un enemigo interno y los puso en las comunidades originarias y en los migrantes. Son graves retrocesos que hacen fracturar conquistas y que desmembran a la sociedad.

–A su vez hubo hitos durante el macrismo, como la gran marcha en contra del 2×1 a los genocidas o el acompañamiento a la familia Maldonado durante los 78 días de búsqueda…

–Fue un intento de impunidad a los genocidas a través del 2×1. Pero ese momento particular en contra de esa impunidad es lo que nos enseña un Estado que trabaja profundamente en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, es fundamental el trabajo de concientización. Ponerle fin a la impunidad mostró a la sociedad que no era lo mismo un país sin justicia que con justicia. Que no se puede andar en la calle diciendo “que vuelvan los militares” porque ya se demostró que esos militares habían violado, habían matado y habían desaparecido.

–Desde la Secretaría de Derechos Humanos, ¿cuál es el trabajo que urge profundizar?

–Queremos trabajar en violenciaa institucional, acompañando a las víctimas desde las denuncias, pero también en la formación de las fuerzas. Que entiendan que trabajar contra la violencia institucional brinda herramientas que les sirven a las mismas fuerzas. Tenemos que pensar en una campaña que las incluya, porque es mentira que el gobierno anterior no quería tirar gendarmes por la ventana, ellos dejaron su responsabilidad política, dejaron su lugares de conducción y hoy quienes tienen problemas judiciales, perdieron el trabajo o están tras las rejas son las mismas fuerzas. Trabajar contra la violencia institucional es una tarea de todos y nos beneficia a todos.

Un día para recordar

“Para mí y para todos los familiares y los que militamos son movilizantes, son fechas emblemáticas que trae la memoria colectiva de todos aquellos que fueron secuestrados y perseguidos. Es una tristeza no poder manifestarnos ni juntarnos todos los organismos. Pero buscamos estrategias comunicacionales para difundir el mensaje de los organismos y que sea un día de reflexión. No pudimos marchar pero no nos olvidamos”.