Las delegaciones de Hungría y Polonia se opusieron hoy a la inclusión de referencias a la «igualdad de género» en las conclusiones de una cumbre de la Unión Europea (UE) en Portugal, dedicada a la promoción de la equidad y los derechos sociales. El texto con las conclusiones de la cumbre fue negociado por los 27 países del bloque europeo y en su borrador inicial evocaba la promoción de la «igualdad de género», pero en versiones posteriores la expresión fue sustituida por la promoción de la igualdad «para cada individuo», informó la agencia de noticias AFP.

Los gobiernos ultraconservadores en Polonia y Hungría consideran que el término «género» abre un espacio para promover los derechos de las personas LGBT. Según un diplomático europeo, la reacción de Varsovia y Budapest a esta cuestión es la misma cada vez que el tema vuelve a la mesa. «Cualquiera sea el texto a ser negociado, y hay una frase o una expresión sobre la protección a la población LGBT, ellos están en contra», relató.

Por su parte, un funcionario polaco dijo, bajo condición de anonimato, que su país «siempre subraya lo importante que es la claridad legal y que debemos ceñirnos a las regulaciones de los tratados». «El Tratado de la Unión Europea se refiere muy claramente no a la igualdad de género sino a la igualdad entre mujeres y hombres», agregó el funcionario.

El borrador de la declaración, agrega que la UE «trabajará activamente para cerrar las brechas de género en el empleo, la remuneración y las pensiones». «De un lado Hungría y Polonia no querían el término ‘género’, mientras que, por otro lado, para Finlandia, Austria y España, el término ‘igualdad de género’ no era negociable», dijo un diplomático.

La UE ya cuestionó la adopción de las controvertidas «zonas sin ideología LGBT» en diversas comunas de Polonia. En el caso de Hungría, el país acentuó en diciembre su ofensiva contra la comunidad LGBT con la adopción de un paquete legislativo que define el sexo de una persona exclusivamente como el de su nacimiento.

La Cumbre Social de Oporto es un acto organizado por la Presidencia portuguesa del Consejo de la UE. Lisboa espera que la cita sirva para relanzar el Pilar Europeo de Derechos Sociales acordado en noviembre de 2017 en la ciudad sueca de Gotemburgo y que la construcción de una Europa más social sea el tercer pilar de la recuperación económica. Para ello, los líderes tienen previsto adherirse a una hoja de ruta propuesta por la Comisión Europea que establece objetivos en materia de empleo, reducción de la pobreza y refuerzo de la formación profesional entre otras cuestiones.