A mediados de 1953, cuando Barcelona y Real Madrid se peleaban por su transferencia, Alfredo Di Stéfano quería largar el fútbol. O ponerlo en pausa después de su estadía en Millonarios de Colombia. Prefería volver al terreno de su adolescencia: el campo, el lugar que conoció cuando sus padres compraron unos terrenos en Los Cardales. La escena la cuenta Ian Hawkey, periodista inglés que trabajó como corresponsal de The Sunday Times en Madrid y autor del libro Di Stéfano, publicado en España en 2015 y de reciente lanzamiento en Argentina.

-¿El momento más complejo de reconstruir fue la pelea por contratarlo entre Barcelona y Real Madrid?

-Fue complicado porque en el medio también estaba metido el aspecto político. Di Stéfano tenía muchas polémicas, como la de irse de Argentina a Colombia. Esa situación también fue muy interesante para contar. Evidentemente él no tenía miedo de confrontar: era un poco cabezón.

-¿Por qué un libro de Di Stéfano?

-Se lo merecía. Existen libros en inglés sobre Cryuff, sobre Pelé, obviamente de Maradona, y Di Stefano es igual de importante que ellos. Faltaba un libro en inglés sobre su contribución al fútbol y sobre su vida. Por suerte, la editorial pensaba exactamente lo mismo. En lo personal, me relacioné con la historia al trabajar durante once años en España, como corresponsal. Lo conocí cuando fue presidente honorario del Real Madrid. Solía pasar tiempo con los veteranos del club. Él sabía mucho del futbol y conmigo le gustaba hablar del fútbol inglés.

-¿Cómo se cuenta a un jugador del que no hay mucho material grabado?

-Tuvo el problema de ser de una época de poca televisión y en blanco y negro. Para la generación YouTube, Di Stéfano es un ídolo difícil de identificar. Existen algunos partidos muy específicos en Internet y en los que se nota que él mandaba y que hacia todo el campo.

-¿Qué relación tenía con la Argentina?

-Es un aspecto interesante porque cuando se va a Colombia, había mucha ira, y enojo contra él y contra los otros jugadores que se fueron. Hay cierta distancia comprensible: jugó más en España que en Argentina. Sin embargo, he notado que tiene un reconocimiento, hay una opinión moderna que lo considera un grande de la Argentina. Sus calidades como futbolistas, además, eran bien argentinas: debe toda su formación a lo que aprendió en Buenos Aires, en su niñez. Todos los que hablaron de Di Stéfano marcaron el patriotismo, lo orgulloso que sentía por ser argentino y por ser parte de la escuela del fútbol argentino. Ahora a mí me enorgullece que se publique en la Argentina donde la literatura y el fútbol tienen una relación magnífica. Espero que se puedan encontrar historias desconocidas.

-En el libro recordás una anécdota: le regala yerba al Che Guevara en un encuentro en Colombia.

-Fue algo que encontré en la bibliografía, en un libro de Alberto Granado en el que cuenta que quería hablar sobre la Argentina. El vínculo con su país es central y por eso intento rescatarlo a lo largo del libro.

-También dedicás un capítulo a la etapa como técnico.

-Ganó muchos títulos como entrenador pero no tenía la misma fama que como jugador. Tengo la impresión de que no le gustaba tanto dirigir. Se fue desilusionando con el paso del tiempo. Tampoco tuvo suerte como técnico del Madrid y tal vez eso le generó cierta tristeza. Los títulos que logró en Valencia sí fueron especiales y la temporada en River fue interesante, porque tenía muchos jugadores de la Selección. Di Stéfano siempre hacia las cosas con su estilo, nunca renegaba de eso.

-¿Qué encontraste acerca de su conciencia sindical?

-Sin duda siempre se interesó por los derechos de los futbolistas. Estaba orgulloso de ser un defensor de esos derechos. Al salir de Argentina, él y Néstor Rossi hicieron un esfuerzo por dar un mensaje. Plantearon que se fueron por un principio y no por el dinero, como pensaban muchos. Demostró que era posible defender sus derechos mientras buscaba el camino en su vida. En Madrid también hizo muchos esfuerzos por los demás, por jugadores que no ganaban tanto y que no tenían tanto poder. Era importante poder explicar cómo y qué pensaban los futbolistas acerca de sus propios derechos.

-En el libro se cruza la historia de Di Stéfano y el escenario político. ¿Por qué?

-Porque era una época muy interesante. Lo que ha hecho el Madrid de Di Stefano era significativo más allá de las victorias en las Copas de Europa. En un tiempo en el que España como Estado era franquista y en el que Europa buscaba una salida a todo lo desencadenado en la guerra, Real Madrid aportaba una imagen favorable para España.