En la 43ª edición de la Feria del Libro habrá más libros importados que en su versión anterior, la de 2016. Es que en el lapso de un año, la compra de libros del exterior creció casi un ciento por ciento: en 2015 se importaron libros por U$S 40,3 millones, mientras que el año pasado ese valor subió a U$S 78,5 millones, según los números de la Cámara del Libro (CAL). El incremento en las importaciones se da al mismo tiempo que cae el consumo interno. Según Graciela Rosenberg, presidenta de la CAL, las ventas de libros en unidades cayeron un 20% en 2016 respecto de los niveles de 2015, y este año se mantiene la tendencia, advierte.

La situación que se observa en el sector de la edición de libros se repite en una gran cantidad de sectores en los que crecen las importaciones al tiempo que caen las ventas generales.

Una excepción es el sector automotriz, en el que la suba de las importaciones se dio en un cuadro de incremento de las ventas. Ahora, en el sector aseguran que esa mejora en la facturación está por terminar (ver página 19). «Las importaciones se apropiaron del crecimiento de la demanda en el sector automotriz», dijo a Tiempo Paula Español, economista que se desempeñó como subsecretaria de Comercio Exterior en el segundo mandato de Cristina Fernández.

Pero la pintura del sector automotriz muestra las contradicciones de la industria nacional, ya que son las propias terminales automotrices las que incrementaron la importación de autos y redujeron la producción en sus plantas, una ecuación a todas luces insostenible y que derivará en nuevas tensiones laborales y productivas.

No siempre el empresario industrial que decide reducir la producción es el mismo que incrementa la importación, como sucede con claridad en el sector automotriz. Pero entre las grandes empresas transformadoras que producen para el consumo final sí se observan esos casos. Por ejemplo, dentro del sector de los fabricantes de telas, las grandes firmas han reducido su capacidad de producción con cierre de plantas y reemplazado el output local con importaciones, con lo que mantienen su dominio del mercado.

Según datos de la consultora Radar, la importación de calzado terminado creció en marzo un 32% y acumula en el primer trimestre del año una suba del 38% respecto del mismo período de 2016. En el caso de las heladeras, la situación es muy parecida: la suba de las importaciones alcanzó al 39% en el primer trimestre de 2017 versus el mismo período de 2016. Otro tanto sucede con la importación de indumentaria, que creció un 44% en los primeros tres meses de este año comparada con el mismo período del año pasado.

«Estamos ante una avalancha de las importaciones», aseguró Español, para quien el gobierno implementó esta política para disciplinar los precios y fomentar la productividad. «Nada de esto está sucediendo. Vemos sectores productivos que siguen subiendo sus precios a pesar de que la parte importada es cada vez mayor. Y, del otro lado, se está destruyendo el tejido social y productivo sin mejoras en la productividad». Para el ministro de Producción, Francisco Cabrera, se trata, al contrario, se abrir más aun la economía. «

En un trimestre se importó tanto vino como en los últimos tres años

Un informe de la Universidad de Avellaneda (Undav) da cuenta de la crisis que atraviesa el sector vitivinícola a raíz de la oleada de importaciones.

Mientras que la venta de vino al mercado interno se redujo un 8,3% en el último año, las importaciones en cantidad del primer trimestre superaron a las que se registraron en el acumulado de los últimos tres años. Según el estudio, solo en los primeros tres meses de 2017, las importaciones sumaron U$S 30 millones. «Hay una aceleración en la compra de vinos extranjeros», remarca el informe. 

Además, la Undav advierte que se está en presencia de la mayor caída en consumo de la última década. En el primer bimestre de este año, hubo una merma del 13,7% en el consumo. En tanto, se observa un desplome del 34% en la venta al exterior de vinos a granel. 

La balanza del sector –históricamente superavitaria– se deteriora por el crecimiento en las importaciones y la caída en ventas externas. Las exportaciones cayeron un 20% en el primer trimestre de 2017 versus el mismo período de 2016. «