Familiares de los submarinistas desparecidos, alojados en la base naval de Mar del Plata, recibieron con indignación y dolor la confirmación de que hubo una explosión el miércoles pasado en la zona por la que transitaba el submarino ARA San Juan.

Pocos minutos antes de la conferencia del capitán Enrique Balbi en la ciudad de Buenos Aires, los familiares habían sido informados de la noticia y algunos de ellos se retiraron de la base entre lágrimas e insultos a las autoridades.

«¡Los mataron, mataron a mi hijo!», gritó el padre de unos de los submarinistas que, junto con su hijo, salió a toda velocidad en un auto de la base naval.

«Se roban la plata los jefes, por eso. Son unos hijos de mil puta (sic), mataron a mi hermano porque los sacan con alambre a navegar, yo estuve en la Armada», dijo el hermano de uno de los navegantes que viajaba en el mismo auto.

En otro de los vehículos que salieron de la base viajaba una mujer que repitió las mismas consignas. «Nos mintieron, nos mintieron», dijo.

A su vez, una ambulancia se retiró de la base con la sirena encendida y otra unidad de emergencias llegó a la base minutos más tarde.

Minutos después de la conferencia de prensa de la Armada, Itatí Leguizamón, esposa de uno de los tripulantes, relató el momento en el que les contaron la noticia.

“Los familiares están rompiendo todo. La gente se les abalanzó encima. No dejaron terminar el parte. Se le fueron encima al que llevaba el papel”, detalló en diálogo con la prensa.