En los dos primeros años de gestión, el Gobierno superó el tope de inflación acumulada que sus propias metas preveían para los cuatro años. Las metas fueron retrasadas un año, a fines del año pasado. No obstante, con las metas originales para los cuatro años de gestión (25%, 17%, 12% y 5%), el acumulado a 2019 alcanzaba el 72%. En los primeros dos años, la inflación acumulada trepó a 76% (41% y 25%); es decir, en apenas dos años ya se encuentra 4 puntos porcentuales por encima del acumulado total de las metas originales.

Para los primeros dos años, las metas de inflación fueron de 25% y de 17%, respectivamente, con un acumulado de 46,3%. La inflación real terminó 30 puntos por encima de esas metas, en ese período.

El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda emitió un informe en el cual detalla los motivos de este incumplimiento sostenido, con críticas a la política monetaria del Banco Central, que centra los esfuerzos en tasas de interés altas. “La puesta en marcha de un régimen de dinero endógeno y tasas de interés reales positivas altas para señalizar un recorrido de convergencia entre oferta y demanda de dinero, no puede funcionar de manera aislada del resto de la política económica”, apunta y agrega: “La importancia de los factores estructurales como ser la inercia inflacionaria, la inflación de costos, la inflación importada, la inflación por puja de poder adquisitivo y la inflación estructural no deben ser subestimados, y se deben atacar en conjunto”.

El propio Federico Sturzenegger alertó en varias oportunidades sobre los peligros de perder credibilidad en materia inflacionaria, lo cual recrudece con el cambio de metas anunciado para este año (de 12 a 15%). Este panorama es complicado tanto para el Banco Central como para toda la política económica de Cambiemos.