En el difícil escenario de las elecciones italianas de ayer, el resultado era cantado: ningún partido alcanzó la mayoría, y por lo tanto, no se podrá formar gobierno tan fácilmente.

Con ese escenario a medias, la bolsa de Milán amaneció en baja y todos hablan de que llevará por lo menos un mes alcanzar – o no – un acuerdo de gobierno. Los comicios terminaron a las 23 horas de ayer (19 horas de Argentina) por lo que el conteo llevará todo el día del lunes o más y los principales medios de comunicación, transmitieron en vivo toda la noche.

De acuerdo a los últimos resultados de la mañana italiana y con el 74 por ciento de las mesas escrutadas, el Movimiento 5 Estrellas encabeza los resultados, con un 32 por ciento de los votos, seguido por el Partido Democrático de Renzi (19 por ciento), la Liga Norte del fascista Matteo Salvini (18 por ciento) y Fuerza Italia de Berlusconi (14 por ciento).

Sin embargo, la coalición de centroderecha de Berlusconi y Salvini (junto a los xenófobos Hermanos de Italia e Italia con nosotros), estarían liderando los comicios al sumar un poco más del 37 por ciento de los votos. Tal como indicaban las encuestas, la fuerza de derecha estaría en condiciones de tomar más bancas en ambas cámaras pero con una sorpresa: Berlusconi quedó en un segundo lugar detrás de Salvini, algo que Il cavaliere sin dudas no esperaba y que de acuerdo a su propio pacto, el que alcanzara más votos, lideraría el nuevo gobierno.

«Todos deberán venir a hablar con nosotros», expresó durante la madrugada Alessandro Di Battista, diputado del M5E y miembro activo de ese partido. Y es que para la conformación del gobierno, deberán pactarse las alianzas entre las mayores fuerzas políticas, algo que el movimiento se ha negado a hacer por considerar que responde a la vieja política contra la que ellos luchan.

Sin dudas el gran perdedor de la jornada ha sido el PD de Renzi, que arrastrando el voto de sus aliados de centroizquierda, llega a poco más del 23 por ciento de los votos, ocupando un tercer lugar. Los ultra fascistas de Casa Pound, uno de los partidos más radicalizados de la derecha italiana, ha hecho una de sus peores elecciones y no le alcanzaría para entrar al Parlamento.

Una cosa si ha quedado clara, la grieta entre el norte y el sur sigue más viva que nunca. De acuerdo a una infografía presentada por el medio italiano La Repubblica, el sur italiano se ha inclinado por el movimiento de la antipolítica M5E, mientras que el norte lo ha hecho por las fuerzas de derecha.

El 23 de marzo podría ser la fecha para que el Presidente de la república abra las consultas para la conformación de un gobierno, pero la crisis política no se ha solucionado.

Así podría quedar la conformación de la Cámara de Diputados y Senadores, según los datos actuales:

Un caballero en aprietos

Si bien la jornada estuvo marcada por un gran desinterés de la sociedad (los datos indican que más del 24 por ciento del padrón no fue a votar, el número más bajo desde la II Guerra Mundial a la fecha), la agenda se vio convulsionada por la protesta llevada adelante por una representante del movimiento feminista Femen, de origen Ucraniano, que se desnudó en el momento en que Silvio Berlusconi se disponía a votar, al grito de “Berlusconi estas terminado”.

«En este día de elecciones legislativas italianas, el día internacional de la lucha contra la explotación sexual, Femen se enfrentó al caballero Berlusconi para anunciarle que su tiempo se había excedido. ¡Ya pasó el tiempo en el sexismo!”, expresó Femen desde su sitio oficial.

“Berlusconi tiene una larga carrera política, hecha de la corrupción y sexismo con infames fiestas sexuales con niñas menores de edad, el uso frecuente de la prostitución, así como comentarios escandalosamente sexistas sobre las mujeres. El último incidente se produjo hace unos días cuando le dijo a la periodista de la BBC, Sofia Bettina, que ‘nadie se casará con ella’ por su fuerte apretón de manos”, agregan.

Cuando la policía sacó a la fuerza a la joven activista, la autoridad de mesa le preguntó condescendientemente al candidato ‘¿Qué quería?’, a lo que él respondió ‘No sé, se fue tan rápido que no la he visto’ y todos rieron. A la salida, los medios repreguntaron y Berlusconi continuó: “No escuché lo que dijo, pero era muy linda”.