“La juventud no puede ser sinónimo de delito”, señalaron las distintas áreas de juventud de organizaciones sociales y movimientos populares que realizaron actividades en todo el país. En la actividad, que se realizó en más de 20 provincias, participaron la JP Evita, Movimiento Nacional Campesino e Indígena, Juventud CCC, Jóvenes de Pie, Vientos de Libertad, MP La Dignidad, Frente Popular Darío Santillán y del Movimiento de Trabajadores Excluidos.

Desde Jujuy la diputada provincial de la JP Evita, Fátima Tisera, expresó a Tiempo que “la militancia debe ser un espacio de participación total para les jóvenes”, y consideró que “la juventud es protagonista de este reclamo por la aparición con vida de Facundo y el repudio a la violencia institucional en términos generales”.

En los últimos cuatro meses -en el marco del aislamiento social obligatorio- la violencia policial se cobró la vida de casi una veintena de pibes y pibas en todo el país. Los casos más recientes que trascendieron son el de Facundo Scalzo, de 20 años, asesinado por un gendarme en el Bajo Flores,  Lucas Verón, de 18, del partido de La Matanza que fue ejecutado por la Policía Bonaerense y la desaparición de Facundo.

 “Realizamos murales, jornadas de debate y a pegamos afiches en todas las provincias del país porque la juventud no puede ser sinónimo de delito. Porque ser pobre no es ser peligroso, los jóvenes tienen que ser protagonistas de la construcción de la Argentina que soñamos todos los días. Somos parte de la solución, no del problema, repudiamos el gatillo fácil y exigimos la aparición con vida de Facundo”, expresó Rafael Villanueva, coordinador nacional de la JP Evita.

La actividad central de la jornada nacional se realizó a las 11 de este jueves frente al Congreso de la Nación donde se colgaron carteles con distintas consignas que repudian el gatillo fácil y la violencia institucional en las rejas del Congreso de la Nación.  

En Rosario se realizaron murales y ollas populares en distintos barrios de la ciudad y en La Rioja, se realizó un conversatorio sobre violencia institucional. “El gatillo fácil es un problema que se sufre mucho en las provincias del interior del país, pero del que poco se habla. Estamos decididas a ponerlo en agenda de muestra militancia», aseguró Milagros Rezinovsky, referente peronista de esa provincia.

Desde Córdoba, el militante Lucas Bruno manifestó que “la violencia institucional es una deuda de la democracia”. “Les pibes de nuestras barriadas son doblemente criminalizados, por la policía y por estar excluidos del sistema social”, agregó. “La juventud tiene una historia de mucha solidaridad en nuestro país. Podemos ver claramente cómo estamos colaborando desde que empezó la pandemia. La policía tiene que parar de perseguirnos y violentarnos”, agregó Marina Losada, también de Códoba. 

“Durante 4 años el macrismo transformó el gatillo fácil y la violencia institucional en una política de Estado. Eso desde el 10 de diciembre cambió y nosotros lo valoramos, pero no se puede aceptar que la policía siga matando y desapareciendo pibes como si fueran cosas”, afirmó Luciano Álvarez de la Juventud CCC.

En Chaco también se realizaron ollas populares, murales y un conversatorio. «Expusimos las estrategias y herramientas para que los jóvenes sepan defenderse cuando sean demorados por las fuerzas de seguridad, para que conozcan sus derechos», expresó Ezequiel Cubilla, de la juventud peronista chaqueña.

«Nuestra pibas y pibes están organizados en distintos barrios porque es necesario ponerle un freno a las atribuciones que se toman las fuerzas policiales, que en vez de defendernos nos sentencian solo por el hecho de ser jóvenes. Por mostrarnos salidos, por llevar una visera o usar ropa deportiva”, subrayó Emilce Aguirre, referente de la JP Evita de la Provincia de Buenos Aires.