Todos los años su nombre resuena como una de las ganadoras potenciales del Premio Nobel de Literatura, pero hasta el momento ese galardón le ha sido esquivo. En cambio, si ganó el Premio Pepe Carvalho. Según lo informa la agencia EFE, al conocer en el mes de noviembre la noticia, dijo sentirse «profundamente honrada» por un premio que es también un homenaje a la memoria del «gran Manuel Vázquez Montalbán y de su famoso detective Pepe Carvalho, que ocupa un lugar tan especial en la historia de la novela negra del siglo XX». Es «un honor –agregó- todavía más significativo por el hecho de que el mundo actual está tan impregnado de misterio y crimen que necesita de verdad una literatura que exponga las maquinaciones del mal para que se pueda alcanzar la justicia -el idealismo paradójico del noir-, que ilumina y a la vez explora sin miedo ‘lo oscuro’ a través de personajes ficticios con los que podemos identificarnos y empatizar.»

Al recibir el premio ayer, 26 de enero, expresó que “La literatura debe exponer el mal, debe basarse en la vida: escribo sobre gente muy real, que tiene aspiraciones y dudas, se enamora, tiene hijos…Separar la violencia de todo este tejido de la vida no es realista.”

Por su parte, el escritor Carlos Zanón, presidente del jurado y comisario de la presente edición de BC Negra, dijo en su discurso pronunciado en la gala de entrega del galardón: “A veces, el paso del tiempo juega en contra de la obra de un autor. No es el caso de nuestra flamante Premio Pepe Carvalho, la señora Joyce Carol Oates. Su escritura siempre está conectada –de una manera directa y prodigiosa– con lo contemporáneo, con nosotros, con lo que vemos y no vemos de las sociedades en las que vivimos, aquello que permanece oculto a lo cercano y próximo.”

“La literatura de la señora Joyce Carol Oates –prosiguió- nos llega con la impronta del ahora y, a la vez, resuena en su prosa la mirada lúcida de la experiencia, de lo clásico. Forever young, sí pero también Younger than yesterday que cantaba uno de sus ídolos, y también nuestro, hace eso sí, mucho tiempo, Mr.Zimmerman.”

Oates es sumamente prolífica. Ha escrito más de 50 novelas, más de 400 relatos breves, 12 de libros de no ficción, 11 de poesía y 9 obras de teatro. A esto debe sumarse su labor como crítica. En su extrema productividad ha intentado siempre superarse a sí misma y en todos sus libros ha demostrado una extrema sensibilidad hacia los problemas humanos.

En 2020 fue la encargada de abrir la edición virtual del Festival de Literatura de Buenos Aires (Filba). En esa oportunidad, en concordancia con la consigna del festival, su discurso giró en torno de la capacidad de transformación de la literatura, capacidad en la que Oates cree de manera ferviente, lo mismo que en la capacidad de adaptación del ser humano incluso a las peores circunstancias. Ella vivió en carne propia el poder de transformación de la literatura cuando perdió a su marido y comenzar a escribir poesía la rescató de la profunda conmoción y tristeza que provoca la partida de un ser querido.

En 2018, cuando la editorial Fiordo publicó cuatro nouvelles de esta neoyorkina nacida en 1938, en una entrevista realizada por Valeria Tentoni para el blog de Eterna Cadencia dijo respecto de la obra cuando se le preguntó cómo había encontrado esas historias: “Debe subrayarse que estos son cuentos de misterio, historias de crímenes. No son lo que uno llamaría, al menos en Estados Unidos, literatura mainstream. Habiendo dicho eso, también debería subrayar que estos relatos fueron escritos cuidadosamente, como si no se tratase de obras de género. Me llegan de la misma manera en que lo hace toda mi ficción: de la imaginación, reforzada por detalles que he observado en el mundo.” Este cuidado revela por lo menos dos cosas: que no existen para ella géneros que en algún momento se consideraron menores y que el policial permite el mismo despliegue de talento narrativo que cualquier otro tipo de escritura. Resulta obvio que el Premio Pepe Carvalho le hace justicia a esa postura literaria que, como no puede ser de otra manera, se hace evidente en sus textos policiales.

Al cabo de su extensa carrera literaria ha recibido múltiples galardones como el National Book Award, el PEN/Malamud Award, el Prix Fémina Étranger, el Premio BBK Ja! Bilbao por el «modernísimo humor negro de su obra». En 2011 recibió la National Humanities Medal, el más alto galardón civil del Gobierno estadounidense en el campo de las humanidades, y poco más tarde, el Premio Stone de la Oregon State University por su carrera literaria.

La lista de ganadores anteriores de este reconocimiento está integrada por Francisco González Ledesma, Henning Mankell,  P.D.James, Michael Connelly, Ian Rankin, Andreu Martin, Petros Márkans, Maj Sjöwail, Andrea Camillleri, Alicia Giménez Bartlett, Donna Leon, Dennis Lehane, James Ellroy y la argentina Claudia Piñeiro.

Menuda, delgada, etérea, a sus 81 años, Oates tiene una fuerza interior arrolladora y una capacidad de asombro intacta que hace que el mundo siga causándole sorpresa y que continúe interrogándolo a través de su literatura.