“En las campañas de 2015, 2017, la gobernadora era buenita, ofrecía mejorar las cosas. Como no hizo nada, va a una campaña sucia y en persona”. Con ese diagnóstico, el precandidato a gobernador bonaerense por el opositor Frente de Todos, Axel Kicillof, respondió este martes a las acusaciones que María Eugenia Vidal eligió como blanco para el inicio de la campaña electoral hacia las PASO del 11 de agosto.

El cruce entre Vidal y Kicillof prefigura una de las pulseadas de fondo del año electoral. El exministro de Economía aspira a llegar a la gobernación del primer distrito del país después de un largo período de recorrido por la geografía de la Provincia y tras el acuerdo de unidad que lleva a Sergio Massa como primer candidato a diputado nacional del espacio. Vidal, en tanto, busca su reelección y enfrenta ese desafío en un escenario de crisis para Cambiemos en los puntos del Conurbano más afectados por el impacto de la crisis económico social. Allí, la imagen del presidente Mauricio Macri tuvo una brusca caída en los últimos meses. 

En el arranque de la difusión de los primeros spots de campaña este último fin de semana, Vidal eligió el programa de Jorge Lanata en el multimedios Clarín para hacer foco en la figura de Kicillof. “La Cámpora va a ser el gobierno, no va a influir, por Kicillof es Máximo (Kirchner) y el proyecto es Máximo 2023”, afirmó.

Este martes, en declaraciones radiales, el precandidato del Frente de Todos -está secundado en la fórmula por la intendente de La Matanza, Verónica Magario,- vinculó las afirmaciones de la mandataria provincial con un sesgo de “campaña sucia” que, a su criterio, el oficialista Juntos por el Cambio aplicará para retener el poder en octubre.

“Estoy alarmado por la situación que está mostrando la gobernadora en el inicio de la campaña. Yo recibí ataques de trolls de funcionarios del Gobierno vinculándome con una cosa o con la otra. Campaña sucia. No discuten mi propuesta ni qué hacer” con la gestión de la provincia de Buenos Aires, argumentó.

Kicillof respondió las críticas por propiedad transitiva de Vidal horas antes de encabezar junto a Massa y el precandidato presidencial del frente de unidad kirchnistera-peronista, Alberto Fernández, un encuentro en la ciudad balnearia de Necochea. Se trató del primer actó público de los tres dirigentes, una apuesta de fondo para sumar adhesiones en un distrito clave.

Kicillof buscó hacer foco en el objetivo discursivo de Vidal de evitar un balance de su gestión al frente del Ejecutivo provincial. “Vidal no habla de su gestión. Al principio el problema era del gobierno anterior;después de todos los argentinos y de los últimos 70 años. Y ahora la culpa es del gobierno siguiente. Nunca se responsabilizan de nada”, enfatizó.