Fue protagonista central de la victoria del Frente de Todos en las PASO del 11 de agosto pasado. Y también optó por replegarse en el silencio durante la crisis que abrió la caída del oficialismo en las urnas y que en las últimas horas tuvo un nuevo capítulo con la jura de Hernán Lacunza como nuevo ministro de Hacienda.

Diez días después del triunfo sobre María Eugenia Vidal, principal activo político de Cambiemos durante la campaña de las Primarias, Axel Kicillof volverá a la escena pública este miércoles con un encuentro de intendentes y candidatos a jefes comunales del frente opositor.  Para ese mismo día también está previsto que concluya el escrutinio definitivo en la Provincia.

El encuentro se realizará en el Polideportivo Municipal Delfo Cabrera de Avellaneda. El titular del PJ provincial e intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, se encargó personalmente de girar la invitación a los dirigentes peronistas.

Aunque el objetivo central del encuentro fue desde un principio analizar en clave quirúrgica –intendencia por intendencia, región por región- el resultado de las PASO, en el equipo de Kicillof descuentan que el nuevo escenario político-económico será parte de la agenda de discusión.

El exministro de Economía evitó durante la última semana opinar públicamente sobre la estampida del dólar, las idas y vueltas del gobierno nacional  con el anuncio de medidas teñidas de urgencia electoral y la entronización de Lacunza en lugar del renunciado Nicolás Dujovne. Fue una posición definida en consenso con el candidato presidencial del espacio: Alberto Fernández apareció como el único vocero en materia económica y actor central del diálogo con la Casa Rosada en un contexto de inevitable transición anticipada.

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De cálculos y estadísticas

Tras la reunión que mantuvo con Fernández y la expresidenta Cristina Fernández el día después del triunfo, Kicillof se dedicó en los últimos días a repasar los resultados en los 135 distritos del territorio bonaerense. Con su equipo, trazó un diagnóstico y futuras líneas de acción en cada punto del mapa que ahora volverá revisar con los jefes comunales.

En espejo con la promesa de Alberto F. a los mandatarios provinciales -“la próxima etapa gobernará un presidente junto a 24 gobernadores”, suele repetir el candidato-, Kicillof también aspira a consolidar el abroquelamiento de los jefes comunales. Por eso, al encuentro fueron convocados los jefes comunales en ejercicio que lograron ratificar avales en las PASO y también los dirigentes que se impusieron en las internas del espacio.

El peronismo administra 60 distritos de la Provincia, pero los postulantes del frente peronista-kirchnerista se impusieron en otros 30 donde aspiran a recuperar intendencias perdidas a manos de Cambiemos en 2015. Con media hora de diferencia, la gobernadora María Eugenia Vidal reunirá a los referentes del oficialismo bonaerense en el predio de la República de los Niños.

Kicillof estará junto a su compañera de fórmula, Verónica Magario. La presencia de Fernández y el primer candidato a diputado nacional en el distrito, Sergio Massa, -una pieza clave en la construcción del solvente triunfo opositor- permanecía todavía en duda.

El candidato a gobernador del Frente de Todos aspira a ganar posiciones en aquellos municipios donde los intendentes sumaron varios puntos más que la categoría provincial del espacio. Es el caso, por ejemplo, de San Fernando: el hijo de Luis Andreotti sumó el 58,11 por ciento de los votos, mientras que Kicillof se ubicó en el 47,48. Algo similar sucedió en Escobar donde el intendente Ariel Sujarchuk superó el 60 por ciento y el exministro quedó ocho puntos abajo.

Aunque los intendentes atribuyen esa diferencia al corte de boleta en la oferta de Cambiemos, el equipo del exministro confía en capturar nuevas adhesiones en ese universo. Al armado político que comenzará a pulir este miércoles sumará una receta de probada eficacia: la campaña territorial a bordo de un Renault Clío.