Entre elogioso y burlón, el comentario circulaba entre los responsables de la logística, del sonido y de la seguridad del acto por el 25 de mayo: “Miralo a Axel, parece una estrella de rock.” 

La frase describía lo que en ese momento estaba haciendo el diputado y ex ministro de Economía: Kicillof caminaba al costado de las vallas que separaban al ‘corralito’ de invitados del resto de la multitud. A su paso, el ministro provocaba un verdadero remolino de gente que se le tiraba encima: abrazos, palmadas, besos, las consabidas ‘selfies’. 

Kicillof se movía en grupo, flanqueado por el economista Carlos Bianco (ex secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería), su vocera Jéssica Rey y el empresario del sector del cuero Ariel Aguilar, representante de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CEGERA) y de buena relación con el ex ministro. 

Tiempo consultó a Kicillof en un alto de su caminata entre la gente. Le preguntó por el significado de la multitudinaria convocatoria en repudio al FMI. 

Ante la pregunta por la coyuntura económica, el ex ministro advirtió que el efecto social de las políticas de ajuste genera “falta de apoyo” y que eso puede minar la gobernabilidad.

-Hay situaciones en las que se genera como un ‘click’ en la sociedad y empieza a pasar algo que hasta ese momento no era registrado por la dirigencia. ¿Es lo que está pasando hoy en la Argentina?

-Yo creo que el gobierno tocó un botón, tocó una fibra, sobre la que no tiene idea. Es una fibra que al mismo tiempo, un poco paradójicamente, sintetiza lo que este gobierno es y lo que vino a hacer: la palabra clave es Fondo Monetario Internacional. Pero ellos no se dan una idea de todo lo que esto significa. Nuestro pueblo todavía tiene memoria. Y sabe bien el daño que ha hecho el Fondo en la Argentina. En las últimas semanas ha despertado mucha gente.

-¿El acuerdo con el Fondo es el factor que faltaba para que una parte de la sociedad haga su proceso y reconozca que estamos mal?

-El acuerdo con el Fondo es una contraseña. Porque el gobierno de Macri ha mentido demasiado. Ha hecho campañas basadas en mentiras. Ya van dos. Pero ahora ha mostrado su rostro, sus intenciones, sus objetivos, yéndose a llorar a Washington a pedirle (al FMI) una ayuda que no puede traer más que desgracias.

-De acá a fin de año, ¿el gobierno tiene capacidad de sostener el repago de las LEBACs si muchos de los inversores decidieran no renovar los títulos? A mediados de junio se viene nuevo vencimiento de letras del Banco Central. Muchos analistas dicen que el gobierno tiene grandes dificultades para sostener su arquitectura económica, incluso en los términos que ellos buscaron. ¿Es así?

-Mire, la verdad es que el gobierno ha conseguido endeudamiento por cifras siderales y eso le da una enorme capacidad financiera. Sin embargo, lo que no está viendo tampoco es el efecto social de sus medidas. Y que eso también es una cuestión de gobernabilidad. No sólo la falta de dólares sino también, y sobre todo, la falta de apoyo.