Desde Necochea, tras reunirse con intendentes para analizar la situación epidemiológica provincial, el gobernador Axel Kicillof habló hoy por primera vez del escándalo por las vacunas, defendió la decisión del presidente Alberto Fernández y le apuntó a la oposición por la campaña que llevó adelante desde el día uno contra la Sputnik V. Además, anunció el fin de las restricciones nocturnas en toda la provincia desde el sábado.

«En la provincia no hay ni vacunatorios ocultos ni vacunatorios privatizados: las dosis son aplicadas por vacunadores capacitados por el Ministerio de Salud y los turnos se gestionan a través de una página web y una aplicación para el celular», afirmó el mandatario en la conferencia de prensa que encabezó en ese distrito turístico refiriéndose así también a la denuncia que pesa contra el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. «Nuestro objetivo es que nadie se vacune fuera de las prioridades. Por eso resalto la firme y rápida decisión de nuestro Presidente porque calificó el hecho y tomó una decisión para restaurar la confianza en el proceso de vacunación», agregó en referencia a la salida del ex ministro de Salud, Ginés González García.

Acompañado por buena parte de su gabinete, Kicillof anunció primero que debido a la baja de casos de coronavirus -que ya cumplió su sexta semana consecutiva y cayó de un promedio de 4500 contagios diarios a 2300- se resolvió terminar con la restricción nocturna de 2 a 6 AM dispuesta desde enero en todos los municipios en fase 3 y 4. Es decir que, a partir de ahora, no habrá límite horario para la actividad comercial nocturna ni recreativa o social en la provincia, con excepción de los distritos que «caigan» de fase por algún brote de coronavirus.

También brindó detalles de cómo se está llevando adelante el Plan Público, Gratuito y Optativo de vacunación contra el COVID-19 en la provincia y precisó que, hasta el momento, se aplicaron 360 mil vacunas: 252.215 de la primera dosis y 105.271 de la segunda y que están «muy cerca» de inmunizar a todos los trabajadores de la salud, aunque todavía se siguen anotando. Según las estimaciones del Ministerio de Salud, hasta ahora se anotó el 85% de todos los que trabajan en el sector.

Como parte de la segunda etapa del plan, ayer comenzó el operativo de inmunización de los efectivos de la policía bonaerense, quienes se sumaron así a los docentes y los mayores de 70 años que ya están siendo vacunados. La Provincia comenzó a aplicar ahora 204.500 dosis de la vacuna de Astrazeneca y la próxima semana llegarán 385 mil dosis de la Sinopharm.

El gobernador precisó que el domingo pasado se aplicaron 24 mil dosis y que el pico de vacunación se dio con la inoculación de 28 mil personas. «Hemos buscado la vacuna, no hemos conseguido una sino tres. No llegaron al ritmo que inicialmente se esperaba y es comprensible porque, en el mundo, hay 130 países que no tienen ni una vacuna. Hoy en la provincia tenemos recibidas 500 mil de la primera dosis y 160 mil de la segunda dosis y tenemos aplicadas 360 mil vacunas», remarcó Kicillof.

El mandatario también habló de la posibilidad de que haya «colados» para vacunarse, que mientan o falsifiquen un certificado o un recibo de sueldo para ser inoculados antes. Y explicó, en este sentido, que el gobierno «no está ejerciendo un poder de policía» ni existe «una figura en el Código Penal que sancione al que se cola en la fila», pero que sí agregará controles y que estos casos podrán ser denunciados en la web vacunatepba.gba.gob.ar y también en la línea 148.

«La Provincia hace sus mayores esfuerzos para que nadie mienta ni fragúe. Amiguismo, acomodo, puede haber, hay que evitarlo a toda costa, hay que buscarlo y castigarlo. Tenemos que seguir avanzando en los mecanismos de control, vamos a seguir agregando controles», dijo.

Aclaró, no obstante, que el objetivo de su gestión es «vacunar lo más rápido posible a quienes integran los grupos de riesgo» y que «si en este proceso alguien miente con el objetivo de aplicarse la vacuna sin estar dentro de las prioridades, será investigado y sancionado y vamos a ser inflexibles».

El gobernador también habló del pedido de Juntos por el Cambio para que muestre el listado «con nombre y apellido» de quienes han sido vacunados hasta el momento en la provincia. Y explicó que no es posible difundir ni los datos personales ni médicos de los pacientes -ya que en la declaración jurada que se presenta al inscribirse figuran las enfermedades de cada uno- porque iría contra la ley de Datos Personales y contra el secreto profesional. «No se puede. El Estado no puede exponer a la gente. Invito a la oposición a ver cómo podemos hacerlo dentro de la norma y sin poner en riesgo la campaña de vacunación que tiene que ser veloz», dijo.

Campaña antivacuna

En un tramo de la conferencia, el mandatario recurrió al «archivo» para hablar de la campaña antivacuna que iniciaron los dirigentes de la oposición aún cuando no había llegado ni una sola dosis al país. Fue explícito y nombró a cada uno de los que dijo mentiras sobre la vacuna rusa.

La primera a la que se refirió fue a la ex diputada nacional Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica. «Carrió dijo que la vacuna era veneno e inició una causa contra Fernández por envenenamiento. No la oí decir que se había equivocado, porque el negocio de la desmemoria o el fingir demencia a veces sirve para hacer un panquequeo en el aire y acusar de lo contrario», apuntó.

También nombró al consultor político Jaime Durán Barba y recordó cuando dijo que «era una vacuna trucha». Siguió con la científica del CONICET, Sandra Pitta, quien afirmó que «jamás se daría la vacuna» producida en Rusia y también aludió al diputado Fernando Iglesias, quien propuso que «vacunen con a rusa al 48% que los votó» en referencia al Frente de Todos.

Kicillof mencionó, además, a los legisladores radicales Mario Negri y Alfredo Cornejo, y al diario La Nación. «Fue una campaña sistemática, progresiva y contundente. Este era el clima, que la vacuna era un desastre, que no servía», sintetizó.

Recordó también los cuestionamientos que recibió cuando fue el primer gobernador en darse la vacuna, el 29 de diciembre pasado, y lo que dicen ahora esos mismos detractores. «Cuando me vacuné, era un loco, suicida, que me inyectaba veneno. Para los mismos que dicen que soy un vacunado VIP. Y lo mismo con los intendentes de su propio partido político, porque son tan intensas las ganas de hacer daño», destacó.

Sostuvo que el gobierno llevó adelante «muchas políticas para concientizar y generar confianza, y que nos permitieron ganarle a la campaña antivacunas, haciendo que hoy mucha gente se quiera inmunizar».

Kicillof destacó la campaña que se viene llevando adelante pese a los esfuerzos de la oposición y, en une nueva crítica a Larreta, dijo que el sitio Vacunate «nunca se cayó y tiene 3 millones de inscriptos». «Cada vacunado es una familia y un hogar que recibe un poco de alivio, en el que se recuperan costumbres que se habían perdido y se valora todo el esfuerzo realizado durante la pandemia. Nadie tiene derecho a boicotear esta campaña de vacunación», concluyó.