Del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey al ex ministro de Economía Axel Kicillof, los funcionarios del FMI se están reuniendo con dirigentes de la oposición. En noviembre se habían reunido con Sergio Massa y la semana que viene le toca a Roberto Lavagna. Reciben propuestas, escuchan críticas y se llevan una impresión de con quién tendrán que negociar ante un eventual cambio de gobierno.

Desde la oficina de Kicillof aclararon que se reunieron con el italiano Roberto Cardarelli, y el economista jamaicano Trevor Alleyne, “ante el pedido de reunión de los representantes del FMI» y que “el principal interés era escucharlos”. “Se aceptó la reunión con ellos porque tienen un papel central en la economía argentina. El acuerdo firmado por Macri obliga al gobierno a consultarle decisiones de política económica inherentes al Poder Ejecutivo como la tasa de interés, el tipo de cambio y el nivel de gasto”, comunicaron. 

El diputado Kicillof recibió a los funcionarios en su oficina del Congreso con un libro sobre la mesa. El costo humano de las políticas del recorte. Por qué la austeridad mata, de David Stuckler, economista, y Sanjay Basu. 

“Roberto Cardarelli y Trevor Alleyne se manifestaron preocupados por la situación nacional. Dicen que éste fue sólo un plan de estabilización de la macro. En particular el tipo de cambio. Se pudo discutir sobre todos los temas y expusimos todos los puntos de vista. Se planteó que el acuerdo no se discutió con la principal fuerza opositora y que todo lo que terminó pasando se había anticipado, en particular que el programa que firmaron en junio no era sostenible”, relataron desde la oficina del ex ministro.

“Se les expresó la preocupación por la desindustrialización, por la pérdida de empleo, por el ajuste en el sistema educativo y de ciencia e investigación, por la fragilidad financiera y especialmente por la fuga de capitales. Se remarcó que nuestro gobierno (por los de Néstor Kirchner y Cristina Fernández) pagó la deuda que contrajeron otros y sin pedir prestado. Y que sin un programa sustentable no hay crecimiento posible por lo que se vuelve inviable el pago de los compromisos”, abundaron.

El gobernador salteño y precandidato a presidente Juan Manuel Urtubey se reunió este miércoles con representantes del FMI, en el marco de la ronda de visitas del organismo internacional con dirigentes de la oposición. Urtubey le presentó una serie de propuestas políticas y económicas entre las que incluyó la creación de un sistema de capitalización complementario al de reparto. El FMI ya le había pedido al gobierno nacional virar hacia un sistema de jubilación privado.

Urtubey se reunió durante una hora y media en el octavo piso en la porteña Casa de Salta con la comitiva del Fondo Monetario Internacional. El gobernador fue acompañado por el Jefe de Gabinete de la provincia Fernando Yarade y el ministro de Economía Emiliano Estrada y los economistas de su equipo Federico Furiase y Martín Vahutier.

En respuesta a los planteos del FMI al país, entre los que se encuentran la reforma laboral, la privatización del sistema jubilatorio y mayor autonomía del Banco Central, Urtubey propuso “políticas de estado que fortalezcan la independencia del Banco Central que devuelvan confianza a la moneda local, la reforma impositiva que priorice impuestos progresivos o a la riqueza en vez de regresivos como el IVA, la simplificación del sistema tributario incentivando la formalización de la economía, eliminando impuestos que la desalientan, como por ejemplo el impuesto al débito y crédito”.

A su vez, en relación las jubilaciones, presentó una propuesta para agregar un sistema de capitalización al actual de reparto. En diálogo con periodistas, luego del encuentro con los funcionarios del organismo, Urtubey explicó que “el sistema de capitalización puede ser privado pero también público y que no vulneraría el sistema de reparto actual”. El gobernador sostuvo que de esa manera se ganaría un ahorro para el Estado.

Urtubey sostuvo que no “hubiera recurrido al Fondo” durante la crisis financiera de 2018 “ya que había otras alternativas” y añadió que “el equilibrio fiscal no debe darse para agradar a los mercados sino para prescindir de ellos”.

Por último, insistió en que el país tiene que pasar a un sistema de mayor participación parlamentaria “para evitar la volatilidad política”, y aseguró que la reforma de la Constitución del 94 habilita que el jefe de gabinete sea designado con acuerdo del Congreso, lo que lo haría “co responsable de las políticas públicas”. El propio Urutubey aseguró que los funcionarios del Fondo “se mostraron interesados en esa reformulación estructural”.