El anuncio de la fórmula presidencial del kirchnerismo para competir en las PASO provocó una ola de adhesiones en el universo sindical. Desde dirigentes de la CGT hasta los de la CTA, pasando por los sectores gremiales identificados con Sergio Massa, hubo muchos saludos dirigidos a Alberto Fernández, nominado como candidato a presidente por decisión de Cristina Fernández.

El respaldo a la movida de Cristina parecería que dará una solución a uno de los problemas que aflige al sindicalismo de cuño peronista, como es el de las diferencias en relación al candidato peronista al cual respaldar. Si bien el apoyo a Cristina ganó espacios en el último período, muchos de los que componen los sectores conocidos como los Gordos y los Independientes no acompañaban.

Esta vez fue Héctor Daer uno de los primeros en dar su respaldo. Al igual que otros, Daer eligió la red social Twitter para dar su opinión. «Felicitaciones compañero @alferdez por esta candidatura camino a la gran unidad del peronismo, convocando a todos. Es emocionante para los argentinos volver a tener la esperanza de un futuro Gobierno que saque a nuestro país del decadente proceso actual.»

Para Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, «los trabajadores y las trabajadoras ya tenemos fórmula para enfrentar a este gobierno de ajuste, hambre y represión.»

Su secretario adjunto Roberto Baradel, también respaldó la decisión de Cristina: «Celebro las candidaturas de Alberto Fernández y Cristina para la construcción de un frente patriótico amplio, que le devuelva a la Argentina un Gobierno Nacional, Popular y Democrático, que priorice la educación, la salud, la producción y los derechos de los trabajadores.»

Uno de los dirigentes de la CTA Autónoma y secretario general de los estatales de ATE, Hugo Cachorro Godoy, señaló: «Fernandez-Fernandez es un gesto muy positivo de CFK. No solamente coincidimos en el diagnóstico de la situación catastrófica que está atravesando el país, sino que se necesita la actitud de desprendimiento personal en la búsqueda de unidades amplias.»

La Corriente Federal de Trabajadores (CFT), que agrupa a La Bancaria, el Sindicato Argentino de Televisión (SAT), los docentes universitarios de Fedun y los trabajadores de la industria leche de Atilra, entre otros, y que está identificada políticamente con el kirchnerismo, emitió un comunicado en el que expresó que respalda «la decisión de la compañera Cristina Fernández de Kirchner de competir electoralmente en una fórmula presidencial junto al compañero Alberto Fernández». Agregó que «reconocemos la generosidad de Cristina por anteponer los intereses de la Patria y en aras de la unidad de la oposición, consensuar la candidatura a la presidencia de Alberto Fernández, demostrando con hechos, una vez más, que su liderazgo está al servicio del pueblo argentino». Para la CFT, «esta construcción política es una garantía para disputarle el poder a la derecha y terminar de una vez por todas con un gobierno que ha llevado al país a la ruina».

Desde posiciones más cercanas a las que lidera el camionero Hugo Moyano –quien no se manfestó públicamente al igual que su hijo, Pablo– Omar Plaini, secretario general del gremio de los canillitas, observó que «el objetivo de los trabajadores/as es UNO solo: enfrentar a este gobierno y ganar las elecciones para reconstruir lo perdido y construir lo soñado».

En igual sentido se manfestó Miguel Díaz, del sindicato docente UDOCBA: «Felicito al compañero @alferdez por su merecida postulación a la presidencia, que nos trae esperanza en esta Argentina tan injusta. Confío que de la mano de la compañera @CFKArgentina puedan trabajar por el bienestar y la paz social que tanto necesitamos».

El sindicalismo peronista ha sido una pieza clave en la disputa de poder dentro del Partido Justicialista. Incluso, las luchas del movimiento obrero han quedado supeditadas a esa pelea dentro del justicialismo. No hace mucho tiempo atrás, Hugo Yasky aseguró que no habría más paros en lo que quedaba del año, a pesar de la dramática situación de los trabajadores ocupados y desocupados, porque favorecerían al gobierno y su campaña reeleccionista. Del mismo modo, la movilización del pasado 4 de abril se entendió como una expresión de fuerza de un sector del peronismo sindical de cara a posicionarse mejor en la amplia interna de ese partido.

Los sectores sindicales más vinculados con la ortodoxia peronista aún no se expresaron. Entre ellos se encuentra Carlos Acuña, titular del sindicato que agrupa a los trabajadores de estaciones de servicio, referenciado con el gastronómico Luis Barrionuevo y que co-comanda la CGT.

Tampoco se expresaron el titular de la Construcción, Gerardo Martínez, ni Armando Cavalieri, de Empleados de Comercio.

Cualquier armado de unidad peronista debería tenerlos en cuenta, aseguran en medios sindicales, dado su poder de movilización y su capacidad de contribuir a la campaña electoral. «

Entre pujas internas, la CGT hará paro el 29

El Consejo Directivo de la CGT fijó para el 29 de este mes el quinto paro nacional contra el gobierno de Mauricio Macri. Para el Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) se trata de la sexta huelga porque contabilizan la que organizaron a espaldas de la cúpula cegetista, el pasado 30 de abril. La contundencia de aquella medida será largamente superada por ésta, a la luz de las adhesiones ya registradas.
El comunicado oficial reclama el aumento del salario mínimo vital y móvil, de las jubilaciones y asignaciones sociales, además de otras consideraciones sobre política económica. Sin embargo, tomando en cuenta que ese escenario ya existía el 30 de abril, la clave del texto pasa por la preocupación ante la «falta de financiamiento adecuado» del sistema de obras sociales. De aquel tiempo a esta parte, lo que sí cambió fue la actitud del gobierno con relación a la prometida liberación de los fondos.
Es evidente que está en juego la interna de la CGT. En la última medida de fuerza, el moyanismo metió la cuña en gremios cuyas conducciones no se habían adherido, como sectores de la UTA, de Comercio y de Marítimos. La cúpula de la entidad busca retomar la iniciativa y evitar el desborde de las bases. Ahora trata de evitar que el paro sea activo, en días en que la CTEP y la CTA buscan métodos de protesta más visibles. «La conducción de la CGT no tiene intención de hacer movilizaciones. Vamos a tratar de que la respuesta sea unificada. Hacer una diferencia ese mismo día no nos parece importante», dijo a este diario Héctor Amichetti, de la Federación Gráfica.