“Hoy nos chocamos con la impunidad, la corrupción y la falta de dignidad. Sólo nosotros sabemos por lo que pasamos”, descargó Mauro Ruggiero, arquero de Flandria, en Instagram después del 2 a 2 ante Acassuso. Lo que pasaron: ganar 2 a 0 hasta los 89 minutos y terminar empatados con dos penales en contra en menos de cinco minutos y dos expulsiones. Américo Monsalvo fue el árbitro apuntado por los fallos en el partido por la 28° fecha de la Primera B Metropolitana. Aunque las especulaciones están instaladas hace rato en el torneo liderado por Barracas Central, club presidido por Claudio Chiqui Tapia, a su vez presidente de la Asociación de Fútbol Argentino.

Ruggiero no fue el único en alzar la voz por el arbitraje. Desde Flandria emitieron este jueves un comunicado en el que informan que presentaron un reclamo formal ante la AFA. “Ante los hechos irregulares ocurridos en el partido de ayer frente a Acassuso, el Club Social y Deportivo Flandria ha realizado los reclamos pertinentes ante las autoridades correspondientes”, señalaron. Además, cuentan que en el grupo de WhatsApp de los dirigentes de la B Metro hubo acusaciones, insultos e incluso invitaciones a pelear. Fue la síntesis del hartazgo y la tensión reinantes en lo que alguna vez supo estar agrupado bajo el hashtag #AscensoUnido. Eran otros tiempos, otras disputas. Hoy la tercera categoría del fútbol argentino está dominada por el club del presidente de la AFA y hay sospechas de favoritismo sobre los otros tres equipos (Estudiantes, Acassuso y Riestra) que están logrando el ascenso luego de que se modificara el reglamento el 29 de noviembre, en el medio del torneo.

“Diganme que es joda los dos penales de Acassuso”, tuiteó el futbolista Nicolás Bianchi Arce sobre el 2-2 ante Flandria. Al rato, agregó: “Vergüenza”. El defensor se retiró el año pasado en Atlanta, uno de los clubes que se vio perjudicado por el resultado de Acassuso y que vio como le anularon un gol ante Barracas Central en la noche del jueves. Por la cuarta fecha del torneo, en septiembre pasado, el Bohemio sufrió una expulsión difícil de explicar y perdió de local ante Riestra. Pero hubo más: Mariano Perusso, periodista de SoloAscenso, denunció censura por criticar al equipo presidido por Víctor Stinfale, gerenciador de Riestra desde 2012 y conocido como “Sr.Speed”. Aunque nadie se anima a decirlo en un grabador, a Stinfale en el ascenso lo llaman “El Jefe”. Durante años lo fue de la C y la D. Ahora también manda en la B Metro. El escolta Estudiantes está cerca de regresar al Nacional B con los goles de Diego Figueroa que, además, oficia como manager de Riestra. Jorge Barrios, el presidente del club de Caseros, también ganó terreno en Viamonte 1366: se quedó con la secretaría de la Comisión de Fútbol Femenino.

El cruce entre el poder y los clubes que hasta ahora logran en el ascenso también alcanza a Acassuso. Su presidente es Javier Francisco “Pipo” Marín, hombre cercano a Tapia e integrante de la Comisión Directiva de la AFA. “Barracas está haciendo una gran campaña, pero el presupuesto es de un equipo del Nacional. ¿De dónde sale la plata?”, se pregunta un directivo de la categoría que prefiere el anonimato. Cualquier crítica puede atraer fallos desfavorables.

“Es injusto, hay gente que se queda sin laburo y a nadie le importa un carajo. Es un fútbol mediocre, de mierda. Tendríamos que decir basta”, dijo Gustavo Noto, a principio de febrero, cuando a Talleres de Remedios de Escalada lo perjudicaron distintos fallos en el 1-1 ante Riestra. Por ahora, la B Metro es el torneo en el que todo pasa.