Este miércoles, a las 14, finalmente, el diezmado Consejo Directivo de la CGT se reunirá con el propósito de definir los pasos a seguir luego del contundente paro del 25 de septiembre.

De entonces a esta parte el gobierno no concedió reunión formal alguna a los dirigentes de la CGT, a pesar de haber dejado trascender un posible encuentro con el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, que fuera suspendido minutos antes de su realización.

Así las cosas, primero Carlos Acuña y luego Héctor Daer anunciaron su intención de promover un paro de 36 horas con movilización. Es lo que pondrían en consideración del resto de los miembros del Consejo Directivo aunque en un escenario sutilmente diferente.

Es que aquellos anuncios se dieron a contragolpe de la crisis generada por la renuncia de Juan Carlos Schmid al triunvirato y la de otros miembros del Consejo Directivo y bajo la presión de la conformación del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) y su convocatoria a la movilización a Luján que, a pesar de su lejanía con relación al poder político y el papel conciliador de la Iglesia, operaron como un desafío.

La masiva protesta del pasado miércoles contra la aprobación del Presupuesto, desarticulada por una fuerte represión policial, también sirvió para exhibir esa ausencia. Los sindicatos alineados con la conducción de la CGT no participaron de la marcha restándole poder de fuego a la movilización popular. Fue minutos antes de que comenzara la sesión en la Cámara Baja el momento que eligió el Consejo Directivo de la CGT para emitir un comunicado en el que, formalmente, expresó su «profundo rechazo» al proyecto de ley y exigió, nuevamente, «un cambio de rumbo» en la política económica del gobierno nacional.

El comunicado, con todo, no alcanzó para disimular la pasividad de la central ante el tratamiento del proyecto.

El bloque de diputados del Peronismo Federal que, con su votación favorable, ofreció al oficialismo el blindaje necesario para que el Presupuesto pudiera obtener media sanción, representa el ala del peronismo en el que se referencian los principales dirigentes que todavía componen el Consejo Directivo de la CGT y entre los cuales, Gordos e Independientes, buscan su candidato para las elecciones presidenciales de 2019 detrás del cual, por otro lado, aspiran a consagrar diputados propios.

En diálogo con Tiempo, Andrés Rodríguez, titular de UPCN y secretario adjunto de la CGT, adelantó que, para la reunión del miércoles, «estamos pensando una medida de fuerza pero de otras características. Más cerca de un paro de 24 horas sin movilización. No le vamos a poner fecha exacta. Es probable que pongamos una banda sobre fines de noviembre».

El dirigente bancario y referente del Fresimona, Sergio Palazzo, en el marco de la movilización contra el Presupuesto exigió a la CGT «que el paro de 36 horas lo haga la semana que viene» para «frenar este Presupuesto de ajuste y no después para lavarse las culpas». Pablo Moyano, líder de Camioneros, sumó su cuota de presión al anunciar su intención de promover un paro de «más de 48 horas» esta semana por la re apertura de la paritaria.

Consultado sobre si la medida y la fecha estarán orientadas a la pelea contra el Presupuesto, Rodríguez dijo que «por el contrario, somos muchos los dirigentes que pensamos que el Presupuesto debe ser votado en una actitud democrática». Consultado sobre el propósito de la medida, puntualizó que «el paro no es en consecución de nada. Es una señal de protesta por la caída del poder adquisitivo y la pérdida de empleo. También una forma de desahogo para la realidad de la mayor parte de la gente que está abrumada». «