El pasado 30 de mayo, encabezados por Santiago Kovadloff, Federico Andahazi y Juan José Sebrelli, tres centenares de intelectuales y ex funcionarios macristas dieron a conocer una declaración con el título de “la democracia está en peligro”.

Este martes, con la firma de Héctor Daer y Carlos Acuña, el binomio que conduce la CGT, así como la de su secretario de Derechos Humanos, el judicial Julio Piumato, se dio a conocer otro texto que, por el contrario, titula “La democracia goza de muy buena salud”. Allí, los dirigentes de la central obrera aseguran que “es una canallada denominar ‘infectadura’ al gobierno”.

Es que ese había sido el epíteto mediante el cual los firmantes del documento original habían caracterizado el régimen de gobierno emergido durante la cuarentena dispuesta por el ejecutivo como medida sanitaria para enfrentar la pandemia de coronavirus. Para la conducción sindical, aquel texto, “no puede ni debe quedar sin respuesta”.

Los dirigentes sindicales recuerdan que el gobierno encabezado por Alberto Fernández fue electo “con el voto libre y democrático de más del cincuenta por ciento de los argentinos hace apenas seis meses”.

Para la conducción, que apoyó tempranamente esa candidatura, “los trabajadores junto al resto del pueblo en forma abrumadora nos pronunciamos en favor de un Estado presente luego de cuatro años de ausencia y abandono”. Es que, para ellos, “el debate fue saldado en las urnas en pleno ejercicio de la democracia”.

Al mismo tiempo, y con el propósito deliberado de resaltar las contradicciones al interior de la derecha política e ideológica del país e intentar aislar la opinión de los “intelectuales”, el texto recuerda que “los líderes de todos los partidos políticos con responsabilidad de gobierno han brindado su apoyo a cada acción de gobierno y han actuado en consecuencia en cada uno de los distritos del país”.

Es que, para la CGT, “el cuidado de la salud de los habitantes de la Argentina no es potestad de ningún partido o coalición de gobierno sino de todos y cada uno de los gobernantes a quienes le hemos delegado las facultades de gobierno”.

La conducción cegetista, además, invocó a los renombrados filósofos y sociólogos a que actúen con criterios de responsabilidad: “El individualismo libertario debe expresarse con la responsabilidad cívica que la trascendencia de sus nombres propios les impone”. Por último, los dirigentes gremiales, repudiaron lo que para ellos constituye un intento de «arrastrar a la disputa a nuestro sistema democrático».