El proyecto de ley para declarar la Emergencia Social por un año, que tiene muchas posibilidades de ser tratado esta semana el Senado, pondrá en la calle un esquema de acción conjunta y coordinada entre las organizaciones sociales que motorizaron la movilización de San Cayetano a Plaza de Mayo junto a la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Corriente Federal Sindical, en una marcha al Congreso el próximo viernes 18 de noviembre. No se descarta, además, que otros sectores de trabajadores se sumen en los próximos días.

La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa consiguieron ampliar consensos en torno al proyecto. «Lo que hay que entender acá es que las organizaciones populares de San Cayetano hemos construido una agenda popular de ofensiva, para ganar derechos en el marco de toda esta situación», sostuvo Gildo Onorato, dirigente de la CTEP y secretario de Políticas Sociales del Movimiento Evita. «Hemos construido una representación institucional reconocida por la CGT, por la CTA, por la Iglesia y por el Estado. Por lo tanto, los trabajadores de la economía popular hemos avanzado en representación. Falta ganar en derechos», señaló.

«Para el 18, la idea es concretar una movilización contundente para expresar que esa ley se pueda terminar de tratar», anticipó Daniel Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie. «El único bloque que no acordó hacer aprobar esta ley es Cambiemos», señaló Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista Combativa. El impacto del proyecto plantea diferencias en las lecturas políticas entre las tres organizaciones impulsoras, por un lado, y otras que no participaron, como el Polo Obrero y la Tupac Amaru, con sus matices. «Para nosotros es una ley votable para el macrismo», afirmó Mauro Mayor, dirigente del Polo Obrero. «Porque va en sintonía con lo que plantea el macrismo frente al desarrollo del ajuste, que es la contención asistencial sobre la base del ajuste a los trabajadores. La ley no cuestiona el ajuste en curso, no plantea un programa alternativo, sino que dice tiren más planes, refuercen asignaciones, mientras tanto que sigan ajustando», acusó. «Este proyecto no aborda los problemas estructurales, sino los problemas de emergencia para paliar gran parte de las consecuencias que han tenido las medidas económicas del gobierno nacional», reconoció Onorato. «La propuesta que venimos trabajando con la CGT es resolver esta primera etapa de la emergencia y el año que viene discutir de lleno, en profundidad, el modelo económico que necesitamos para sacar a la Argentina de esta situación a la que nos conduce el gobierno de Macri», anticipó.

«El proyecto está bueno y está bueno instalar esa agenda», consideró por su parte Alejandro Garfagnini, de la Tupac Amaru. «Pero no estamos de acuerdo con la posición de este gobierno de generar planes sociales como si fueran caramelos para paliar el problema de la desocupación que generaron ellos mismos. No me sorprendería que el gobierno vete esta ley, como ya lo hicieron con la ley antidespidos. Vamos a ver si lo hacen», analizó.

Por lo pronto, la movilización del 18 de noviembre generó que el gobierno nacional postergara reuniones programadas con las organizaciones hasta el próximo 21 de noviembre, y está previsto que ese día los reciba la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. Mientras tanto, esta semana se juega un round legislativo clave en la Cámara Alta. «El proyecto ya cuenta con dictamen de comisión en el Senado y la expectativa es que se pueda tratar en la sesión de esta semana», anticipó a Tiempo la diputada de Peronismo Para la Victoria Lucila de Ponti, una de las redactoras de la iniciativa. «