Así lo aseguro la conducción de la central obrera. Apuntaron al kirchnerismo por los incidentes y manifestaron que “nadie le va a cambiar la estrategia a la CGT”.
Carlos Acuña, uno de los secretarios generales de la CGT,
anunció que el Consejo Directivo de la CGT se reunirá la semana que viene para
poner la fecha del paro general que fue reclamado por un sector mayoritario que
acompañó la movilización del último martes al ministerio de la Producción.
Si bien aún no hay certeza, off the record los dirigentes
reconocen que en caso de convocar al paro la medida se realizaría el próximo 4
de abril. Más allá de que finalmente la CGT anuncié la fecha de una medida concreta, las dudas sobre si el triunvirato podrá recobrar su fortaleza persisten.
Héctor Daer, el orador más resistido en la marcha, afirmó que
a la central obrera ninguno le va a cambiar la estrategia, al referirse al
reclamo de algunos sectores para que se confirmara el paro general, y sostuvo que jamás el sindicalismo podría haber convocado el
año pasado una marcha de la magnitud de la del lunes porque recién ahora
"hay una maduración en la sociedad" sobre la situación económica y
social.
En declaraciones a radio Nacional, el dirigente del gremio
de la Sanidad destacó que "la única institución democrática que puede
realizar una movilización de trabajadores de la magnitud de la de ayer al
Ministerio de la Producción es la CGT", y reivindicó la
"coherencia" de la estrategia emprendida por el triunvirato que
integra junto a Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.
"Jamás hubiéramos hecho el año pasado la marcha que
hicimos ayer, porque hay una maduración en la sociedad, hay una situación donde
se empezó a comprender críticamente las políticas que lleva adelante el
Gobierno", analizó Daer al rechazar los cuestionamientos por no haber
precisado una fecha para el paro general.
El también diputado nacional por el Frente Renovador remarcó
que la marcha de ayer fue "significativa" y negó una negociación con
el Ejecutivo para demorar el anuncio de una medida de fuerza.
"No estamos negociando nada. Queremos que el Gobierno
tome nota, y si no toma nota, en los mismos plazos que dijimos antes vamos a
hacer un paro de 24 horas", afirmó.
Además, recordó que el origen de la ruptura del diálogo con
el Ejecutivo y el abandono de la mesa del diálogo por parte de la CGT tuvo que
ver con que "los empresarios no cumplieron los compromisos que
asumieron" de suspender los despidos y con que "el Gobierno miró para
otro lado".
Por su parte, el otro triunviro, Juan Carlos aseguró que se
trató de una demostración ejemplar que tienen los trabajadores respecto a las
políticas económicas que se están trazando y se refirió a la exigencia de paro
general que exigió la multitud: Mentiría si dijera que la presión por el
reclamo de paro no se sintió.
Sin embargo, al referirse a los incidentes con los que finalizó
la marcha, Schmid dijo que se trató de un epílogo lamentable protagonizado por
mil energúmenos que no pertenecerían a ningún gremio presente en la
multitudinaria marcha del martes.
"Esta imagen de violencia va a ser utilizada por el
Gobierno... Estos energúmenos han sido funcionales" al oficialismo,
sostuvo el miembro del triunvirato que lleva meses reclamando diálogo
mientras se siguen pulverizando derechos laborales.
"El epílogo es lamentable... Mil energúmenos no pueden
de ninguna manera distorsionar la disciplina, la organización y lo pacífico que
fue la marcha", expresó Schmid por radio 10
El secretario adjunto del gremio de Camioneros
(Sichoca), Pablo Moyano, también se refirió al final de la marcha, donde fue increpado al finalizar la movilización. El dirigente advirtió que "el que para el país es la CGT" y "no 200
muchachos kirchneristas".
El hijo del ex líder de la central obrera, Hugo Moyano, hizo
estas declaraciones en la planta de la empresa SanCor en Don Torcuato, en el
kilómetro 25 de la autopista Panamericana, donde los choferes de la rama láctea
realizan un paro por los 500 despidos realizados por esa firma.
"Nos nos van a correr 200 muchachos, ni los de la línea
60, ni los remiseros de Ezeiza, ni los intendentes kirchneristas, porque su
gobierno fue de los que más precarizó a los trabajadores", dijo y consideró un "error" de la CGT "abrirle el juego a las
centrales kirchneristas".
En ese marco, aseguró: "Con (Hugo) Moyano esto no pasaba, y hubiera habido
un paro contra Macri antes".
Asimismo, dijo que los desmanes "estuvieron protagonizados por sectores que no están
de acuerdo con la CGT pero no son representativos", al tiempo que remarcó
que "lo que pasa en la CGT queda en la CGT".