«La Comisión Interamericana de Derechos Humanos decidió aceptar la invitación del Estado argentino para realizar una visita a Milagro Sala en la Unidad Nº 3 de Mujeres del Servicio Penitenciario de la provincia de Jujuy, conocido como el Penal de Alto Comedero». Con este anuncio oficial y una recorrida por el Museo de la Memoria de la ex ESMA, el organismo cerró la visita de trabajo que inició el lunes 22 de mayo en la Argentina.

La reunión con la líder de la organización Tupac Amaru se realizará antes de que termine el mes de junio, según se plantearon la CIDH y el Gobierno. «La CIDH y el Estado argentino se encuentran actualmente coordinando la fecha de la visita. Tanto la Comisión como el Estado están interesados en que tenga lugar en las próximas semanas, antes de que termine el mes de junio», se indicó en el comunicado del organismo.  

En diciembre del año pasado, la CIDH «urgió al Estado argentino a dar pronta respuesta» al reclamo que el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detención Arbitraria realizó en octubre de 2016, en el que dictaminó que Sala estaba detenida arbitrariamente y pidió que sea liberada. El Gobierno invitó entonces a la CIDH a visitar el país.

La reunión «se realizará en el marco de la solicitud de medida cautelar en la cual Milagro Sala es la propuesta beneficiaria, que la CIDH está procesando actualmente», informó la Comisión. Sala se encuentra detenida desde el 16 de enero de 2016, pese al pronunciamiento de la ONU –ratificado hace una semana en Buenos Aires, durante una visita del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria– y el reclamo de numerosas organizaciones defensoras de los Derechos Humanos de todo el mundo.

Recorrida por la ex ESMA  

Antes de clausurar su 162 período de sesiones en la Argentina, los miembros de la CIDH recorrieron el emblemático Museo de la Memoria de la ex ESMA montado hace dos años en lo que fue el Casino de Oficiales del centro de torturas.  

Durante la visita a la ex ESMA, que comenzó pasadas las 9, estuvieron el ministro de Justicia, Germán Garavano; el secretario de Derechos Humanos nacional, Claudio Avruj, su colega bonaerense, Santiago Canton; y el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky; exdetenidos durante la dictadura y familiares de las víctimas. Delante de los comisionados, tanto el titular del CELS, como una representante de las Madres de Plaza de Mayo tuvieron un tenso intercambio con Garavano y Avruj por el reciente fallo de la Corte que benefició a un represor con la conmutación de penas (2×1). «Ni lo intenten porque no se los vamos a permitir», sostuvo Verbitsky, sobre la posibilidad de retroceder en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Luego, Clara Weinstein, madre del joven desaparecido Mauricio Weinstein, le transmitió a la CIDH el «dolor tremendo» que le causó el fallo del máximo tribunal. «Espero que no se olviden de la movilización del 10 de mayo porque las madres no les vamos a permitir ni eso ni otras cosas que tengan pensadas», expresó. 

En un comunicado posterior, la CIDH recordó la visita que el organismo había realizado en plena dictadura y que fue clave para legitimar las denuncias sobre secuestros, torturas y desapariciones en Argentina.

Una recorrida por el centro del horror

En el recorrido por el Museo de la Memoria, las autoridades del organismo recibieron información de las 5000 personas que pasaron por la ex ESMA, escucharon el testimonio de sobrevivientes y nietos recuperados, y leyeron cartas que familiares de detenidos desaparecidos le enviaron a la Comisión durante la última dictadura cívico-militar.