La central obrera espera a la reunión del viernes con el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, para definir la fecha de un posible paro contra el gobierno de Mauricio Macri pero en las bases la presión no afloja. En agosto se produjeron 246 protestas laborales que significaron un aumento de un 77% en relación con las registradas en julio, según un informe del Centro de Economía Política de la Argentina (CEPA), que diferenció, por un lado, un incremento del 212% en los conflictos del sector público y, por otra parte, un 10,6% de aumento en el sector privado.

El CEPA marcó que “en un contexto donde predomina la ‘estrategia de la prudencia’ en la CGT reunificada”, cerca del 75% de las razones de la protesta en el sector público se asoció a la reapertura de paritarias y a la cuestión salarial en general; otro 10,7% obedeció a condiciones de trabajo; y un 9,7% se debió a conflictos por despidos de personal. El 80% de los reclamos salariales fueron exigencias de reapertura de paritaria mientras que sólo el 15% tuvo que ver con atrasos en el pago de salarios.

El informe del CEPA consignó también que en la metodología de protesta “fue predominante el paro, con y sin movilización, que representó el 65% de los conflictos”. La movilización a secas representó el 21 por ciento.

En lo referido al sector privado, en agosto los conflictos se incrementaron un 10% respecto a julio. La mayor proporción, señaló el CEPA, se explica por los conflictos en la industria, con el 36% del total. En forma similar a junio, las dos causas centrales de conflictividad fueron despidos y suspensiones (cerca del 40% de los casos) y reclamos salariales (que marcó un 34%).

“Al observar los conflictos por despidos, vemos que el 32% de los conflictos se produjeron en el sector industrial, el 28% de los conflictos por despidos fueron en el sector minero y energético y el 17% de los conflictos por despidos se produjeron en empresas comerciales”, diferenció el trabajo del CEPA.

En cuanto a la metodología de la protesta en el sector privado, la medición diferenció un 36% de cortes de ruta o la imposibilidad de acceso a la planta como “modalidad distintiva reclamo”, mientras que habló de un 34% correspondiente al paro (con o sin movilización). Finalmente, agregó el informe, el 23,6% se explica por movilizaciones y concentraciones.

Ordenados por distribución geográfica, la mayor cantidad de conflictos labores se produjo en la provincia de Buenos Aires, con un 21% del total; seguida por la Ciudad autónoma de Buenos Aires, con el 12,5%. Detrás se a notaron Neuquén, Santa Cruz, Chubut y Río Negro, con un total de 26,1% de los conflicto entre estatales y los petroleros.

“Sobre el total de conflictos en agosto (que ascendieron a 246), un 28,4% (70 conflictos) fueron específicamente sociales o no laborales, protagonizados por los Ruidazos, la Marcha por San Cayetano, las protestas de los productores regionales y las marchas en defensa de los DDHH y cuestiones de género”, explicó el CEPA. En este tipo se observa que la mayor concentración se alcanza en CABA (35,7%) y en menor medida (28,6%) en la zona Centro o Pampeana.

Finalmente, el estudio indicó en relación a las acciones de protesta que resultaron en un 80% de forma organizada, “demostrando un alto índice de organización política y elaboración de estrategias de acción” y agregó que “las convocatorias son llevadas a cabo mayoritariamente por organizaciones sociales”. El 20% restante que se manifiesta de manera espontánea son actores sociales autoconvocados, comerciantes, vecinos y familiares, una modalidad de acción se expresó más fuertemente en la CABA y en la provincia de Santa Fe, describió el trabajo. Un 28,6% de las protestas sociales, concluyó, “se enmarcan en reclamos en contra del ajuste y los tarifazos, y un 20% en protestas por falta de trabajo, seguidas en un 14% por justicia y derechos humanos”.