Tras la detención del ex jefe del Ejército César Milani acusado de haber cometido delitos de lesa humanidad, todo el arco político se pronunció a favor de la medida. Y le dio expectativas a los familiares de las víctimas de otras causas en las que se lo imputa. La hermana del soldado desaparecido cuya falsa deserción de las filas del Ejército lleva la firma de Milani, Alberto Ledo, sostuvo que ahora “hay una luz de esperanza”.

Graciela Ledo reconoció que le parecía «difícil» que se concretara la detención del ex jefe del Ejército César Milani, porque «gozó de poder y protección». «Dudábamos (de que se avanzara en la causa) porque el juez se había manifestado muy débil en sus decisiones, pero la contundencia de los pedidos del fiscal y las pruebas no le dieron otra opción», aseguró. Además, definió la detención de Milani como «una luz de esperanza» en la causa y confió en que la Justicia de Tucumán lo procese, ya que «las pruebas son suficientes».

Además de la causa de Ledo, Milani está acusado, y ahora detenido, por los secuestros de Pedro Adán Olivera y su hijo, Ramón Olivera, en 1977, además de la detención ilegal de Verónica Matta, en 1976.

Reacciones

Casi no hubo funcionario del gobierno que aprovechara la detención de Milani para cobrarle una deuda al kirchnerismo por haberlo mantenido como jefe del Ejercito pese a las denuncias en su contra.

El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, criticó que sus antecesores durante el kirchnerismo y las organizaciones de derechos humanos no hayan acompañado a familiares de desaparecidos que denunciaron al ex jefe del Ejército. «¿La justicia tardó? Sí, es cierto. ¿Los organismos de derechos humanos no acompañaron a las familias de Agapito Ledo y Pedro Olivera? Sí, es cierto. ¿Los funcionarios de turno, la secretaría de Derechos Humanos no quisieron hacerse cargo de esta situación contra Milani? Sí, es cierto», afirmó. Avruj planteó que tanto la familia Ledo como Olivera fueron «muy maltratados» por las agrupaciones de derechos humanos y reclamó un «serio análisis y replanteos» de esas entidades en el acompañamiento o no a esas víctimas.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) celebró la detención del militar, al afirmar que constituye «una satisfacción debida a las víctimas y a la sociedad», aunque cuestionó la «falta de independencia» de la Justicia por el momento en que fue ordenada. El Cels fue uno de los organismos que criticó fuertemente e impugnó el ascenso de Milani a la cúpula del Ejército, sin embargo hizo una advertencia: «Es imprescindible señalar que esto recién ocurre cuando Milani ha dejado el servicio activo y la jefatura del Estado Mayor y cuando ha concluido su mandato el gobierno (de Cristina Fernández) que lo designó en ese cargo, lo cual no realza la necesaria imagen de independencia del poder y seriedad de la justicia», advirtió el CELS.

El Frente de Izquierda y el dirigente de Unidad Popular Claudio Lozano celebraron la detención del ex jefe del Ejército César Milani. Lozano criticó, a un tiempo, «el grado de oportunismo con el que funciona el Poder Judicial», que según recordó «es impropio del funcionamiento del Estado de Derecho».

Myriam Bregman, del FIT, sostuvo que las pruebas contra Milani «son muy contundentes» y afirmó que Milani «consiguió impunidad como Bussi, Patti y Rico, todos ellos se beneficiaron del acercamiento político, pero también la exposición mediática hizo que muchos sobrevivientes lo vieran.

Desde el kirchnerismo, el ex canciller Jorge Taiana sostuvo que «la detención de Milani demuestra la necesidad de mantener vigente la política de Verdad, Memoria y Justicia». Y el nieto recuperado y diputado del FpV, Juan Cabandié, ensayó un camino intermedio: «La detención de Milani se corresponde a que nosotros impulsamos los juicios sino de otra manera, Milani no estaría detenido porque nadie investigaba y a nadie le interesaba». «