María Teresa García preside la Comisión Bicameral de la Biblioteca del Congreso de la Nación. Luego del discurso del presidente Mauricio Macri, donde señaló que dicho organismo era “una estafa”, la legisladora contestó con una carta abierta y charló con Tiempo en su despacho del edificio anexo de la Honorable Cámara de Diputados.

-¿Cuándo asumió la presidencia de la Comisión Bicameral de la Biblioteca del Congreso de la Nación?

-Estoy en ejercicio desde abril del año pasado. Encontramos una Biblioteca con faltantes en materia de gestión. Justamente en momentos en los que el Estado se retira de los servicios públicos -porque ya no existen programas que funcionaban en Cultura y Educación- nos propusimos retomar esos temas. Para alguien que vive en Capital o en el conurbano es difícil comprender el Bibliomóvil, la biblioteca que recorre el interior del país, que les permite a los chicos el acceso a computación y a la literatura. Además, en cada lugar donde va, se dejan libros para las bibliotecas públicas o en los colegios.

-Macri fue diputado, ¿cree que no la conoce?

-El presidente reconoció que no sabe nada. El estudió en el Newman pero debería saber que la Biblioteca es el soporte de los que estudian en las universidades públicas. Periodistas e investigadores utilizan la hemeroteca. Debe creer que es un edificio con una bibliotequita pero son seis edificios que funcionan los siete días de la semana, las 24 horas. Los legisladores tienen un servicio de legislación comparada para que trabajen las leyes. Hay personal a la mañana, a la noche. Hay más de tres millones de libros de consulta. Pero hay un dato más.

-¿Cuál? 

-Si usted mira los alrededores del Congreso, notará la indignidad creciente. Cada vez hay más personas en situación de calle, que por las noches piden agua caliente, por ejemplo. Eso insume personal de limpieza, de atención, de seguridad de la Biblioteca.

-¿Qué otro impacto de crisis económica nota en la gestión de la Biblioteca? 

-En el edificio de la calle Alsina se dictan talleres de literatura, de traducción, de teatro. Cuando se reduce la capacidad de consumo y la gente quiere seguir capacitándose, recurre a la Biblioteca, porque los cursos son gratuitos. Además, tiene una radio que funciona online, un departamento de video. El edificio de Alsina está disponible para cualquier artista porque exponer en una galería privada cuesta mucho dinero.

-El presidente habló de rincones y recovecos. Antes de cuevas de militantes, ¿qué opinión le merece?

-No voy a discutir con Macri la cantidad de empleados, es una trampa. Porque incrementó el empleo público. En el PAMI –por ejemplo- crearon direcciones que se superponen con las existentes, con sueldos exorbitantes. Él siempre perteneció al ámbito privado. Mientras el Estado se debatía si dejaba de existir o no, él formaba parte de una empresa que le debía –y le debe- mucho dinero al Estado.

-¿Qué nivel de servicio brinda la Biblioteca? 

-Los traductores que tiene la Biblioteca, no los tienen el resto de las reparticiones públicas. Está premiada por la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA). Eligió este tema para horrorizar y estigmatizar. Todo para reducir el Estado. Que no es sólo echar empleados sino reducir los servicios que la sociedad recibe. Si la decisión de Macri es achicar el Estado, que tenga valentía y lo diga: voy achicar el Estado.

-¿Usted nombró cifras elevadas de personal?

-Desde abril del año pasado a la fecha, no creció la planta de trabajadores de la Biblioteca sino que se redujo.

-Entonces, ¿por qué el ataque directo?

-Quizá le molestó que hagamos una exposición de Madres de Plaza de Mayo, de Milagro Sala y la obra de la Tupac en Jujuy. Quizás le moleste que mejoramos la calidad de la gestión. Que mejoramos la infraestructura de la hemeroteca, del jardín de infantes. Si Macri cree que esto es una cueva, le sugiero que venga, que la recorra. Que haga una auditoria, que hablen con los trabajadores, porque los que sostienen el Estado no somos los dirigentes políticos sino los trabajadores.

-¿Cree que descubrió ahora la Biblioteca o alguien le señaló que la conduce un opositor?

-No me extraña que no supiera que existe la Biblioteca, tampoco me extraña que alguien le diga: “Mire, está presidida por alguien del Frente para la Victoria”. La Biblioteca está administrada por una comisión de legisladores. Yo no firmo lo que quiero, tengo firma cruzada con el senador Marino. Pero Macri es como el tero: pone los huevos en un lugar y chilla en el otro. Y es quien debería explicar las áreas dentro del Estado que creó. Hasta la hermana de la reina de Holanda fue nombrada. Lo que dijo fue un mamarracho de desinformación.

La biblioteca. La administración de la Biblioteca del Congreso recae sobre la Comisión Bicameral de la Biblioteca del Congreso de la Nación. La presidente de la comisión es la diputada María Teresa García. Los secretarios son el senador Juan Carlos Marino, el diputado Carlos Selva, el senador Carlos Alberto Reutemann y el diputado Oscar Alberto Romero. Los vocales son el senador Miguel Angel Pichetto, la diputada Mayra Mendoza, la senadora Hilda Aguirre, el diputado Eduardo Raúl Costa, la senadora Norma Haydee Durango, el diputado Sergio Omar Buil y la senadora Beatriz Graciela Mirkin.