Uno, además de ser contador, conduce un programa nocturno en Radio Mitre, una de las naves del Grupo Clarín. Aunque pague por el espacio, ahí está. Otro, además de bailarín, es una de las caras de la cadena Fox Sports. Gabriel Anello y Martín Liberman son la representación del show, el periodismo como circo. No son ellos -ellos solos- sino la expresión de una forma de ejercer un oficio que desde siempre, y aunque no guste, tiene lugar para dignos e indignos, comunicadores y mercenarios, trabajadores y lobbistas.

Salvo excepciones -buenas excepciones, que siempre quedan a la vista-, es el periodismo (deportivo) que hegemonizó la radio y la televisión -y, en menor medida, los diarios y las revistas- de las últimas décadas, acaso desde que la explosión del fútbol como negocio hiciera que los dineros de las corporaciones periodísticas quedaran en el centro de la escena. Ni siquiera la irrupción, hace siete años, del ahora moribundo Fútbol para Todos cambió el paisaje: su voz principal fue la de Marcelo Araujo.

Algunos periodistas solo cumplen un mandato. Son las empresas periodísticas las que marcan el rumbo; las que buscan el click y el rating de la misma manera en la que piensan el fútbol: a todo o nada, sin importar más que el resultado. Hoy es Liberman, ayer era Fernando Niembro. Y tal vez lo sea mañana: de a poco, el fallido candidato a diputado de Cambiemos vuelve al ruedo. Su programa en Fox Sports sale en capítulos y ya busca su lugar en la radio el año que viene. Los nombres no son casuales. La factoría de la Escuela Superior de Ciencias Deportivas (sic) de Niembro y Araujo dio sus frutos. Ninguno pudo superar al maestro. Niembro es el cuadro mayor, un talento superior al que se le hubieran ocurrido muchas cosas, pero jamás reclamar al aire por la buena vida de sus viáticos.

Hay muchos contraejemplos para esa forma de hacer periodismo, en radio, en televisión, en gráfica, pero uno de ellos sobresale, sobre todo, por la ausencia. Hace un mes, se fue Diego Bonadeo, cabrón, genial y reivindicador del buen fútbol. «Si Niembro dice que Zapata es mejor que Ortega, Fútbol Prohibido tiene que volver», explicó una vez. Fútbol Prohibido, su último gran programa de televisión, era lo contrario a un show berreta.

Torneos y Competencias, uno de los dueños del fútbol argentino, presionó para que lo sacaran del aire. Son las empresas. Y algunos protagonistas que juegan el mismo juego de algunos periodistas. Mientras a los jugadores se los cocinaba a fuego lento después de la derrota de Argentina contra Paraguay, Niembro regresaba a la televisión con Edgardo Bauza como entrevistado.