La fuga de capitales del sistema financiero se intensificó en mayo. En ese período salieron 2.496 millones de dólares, según el balance cambiario mensual que publicó este martes el Banco Central. Fue la cifra más alta en lo que va del año. Desde enero, la formación de activos externos (FAE) por parte del sector privado no financiero, tal como la denomina la entidad reguladora, totaliza U$S 9.532 millones.

Se trata de dinero que los residentes en el país transfieren al extranjero, o bien de billetes que son adquiridos para atesoramiento y que salen del sistema. Los elevados montos son un síntoma de desconfianza sobre el manejo de la economía y la estabilidad del valor del peso, y restan divisas al conjunto de la actividad.

Aun dentro de ese marco, las cifras son bastante menores a las del año pasado, a partir de la fuerte devaluación que duplicó la cantidad de pesos necesarios para comprar dólares y del férreo control de la base monetaria dispuesto por el Banco Central. En mayo de 2018, justo cuando comenzaba el ajuste del tipo de cambio, habían salido del sistema U$S 4.616 millones, casi el doble que en el mes pasado.

El balance también señala que en mayo pasado las compras netas por parte de los individuos alcanzaron a U$S 1.425 millones, con una caída interanual del 58%. Sin embargo, la cantidad de gente que demandó billetes fue muy parecida en ambos casos (1.070.000 personas), lo que ratifica que las cantidades adquiridas fueron muy inferiores.

Por otro lado, el Central señaló que sus reservas internacionales descendieron en U$S 6.883 millones, principalmente por los pagos de deuda en moneda extranjera que realizó el Tesoro Nacional (por el pago de capital e intereses del BONAR 2024, y de Letes y deuda con el Club de París). La entidad aclaró que no realizó ventas en el mercado de cambios de contado.

Durante la era macrista, la fuga de capitales ya alcanzó U$S 68.681 millones, lo que revela la importancia del aporte del Fondo Monetario Internacional (cuyo programa de respaldo superará los U$S 57 mil millones en tres años) para equilibrar el frente externo. De todas maneras el rol de la entidad financiera internacional quedó bajo la lupa, porque en el artículo 6º de su convenio consultivo se establece que “ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital”.