En la antesala de lo que serán unas elecciones históricas en España, por el ascenso de la alianza Unidos Podemos, que reúne a la fuerza liderada por Pablo Iglesias y a la histórica Izquierda Unida, la decisión que termine definiendo hacia dónde irá la balanza parece estar volcada sobre el tradicional PSOE, que perdió un gran caudal de votos quedando detrás de los progresistas. Para el psicoanalista y escritor argentino radicado en España, Jorge Alemán, un estrecho colaborador de Podemos desde su fundación, existe una incógnita acerca de «si el PSOE prefiere suicidarse políticamente y pactar con la derecha, o por otro lado, abstenerse y permitir que el PP gobierne. Mi impresión personal es que hará esto último, no va a pactar con el PP sino que va a abstenerse, que es un modo indirecto de pactar, pero que de ningún modo va a hacer un pacto con Podemos.»

A una semana del 26J, las encuestas mantienen las tendencias de intención de voto, ubicando al PP de Mariano Rajoy en primer lugar, con cerca del 29 por ciento. Podemos obtendría un 25%, el PSOE 20% y Ciudadanos cerca de 14 por ciento. Esto permitiría a Podemos hacer una alianza con el PSOE para elegir un presidente propio. Algo a lo que el PSOE aún no se mostró interesado. De hecho, durante el debate del lunes pasado entre los principales candidatos, el líder socialista Pedro Sánchez apuntó gran parte de sus críticas hacia Iglesias, quien le repetía que así se equivocaba de enemigo. «Podemos –explica Alemán- se posiciona como una verdadera alternativa al PP. En el tejido social español, irrumpe como alternativa porque el PSOE queda atrapado en una ambivalencia histórica. Pablo decía ‘te estás confundiendo de adversario’, pero es cierto que Podemos es su adversario porque creció quitándole votos. La única forma de explicar el desarrollo fulgurante de Podemos en menos de dos años, sin financiación, sin publicidad y sin tener atrás a ninguno de los grupos importantes de apoyo, es que el PSOE tuvo una crisis y el votante optó por Podemos. Sánchez lo atacaba para recuperar esos votos.»

Lo que aleja al PSOE de una eventual alianza con Unidos Podemos, según Alemán, es que el socialismo español «se fue transformando en una especie de partido Demócrata americano, con giros al centro, sin un rasgo de identidad definido y, en general, el consenso neoliberal lo ha capturado». De estar en el gobierno, «Podemos querría iniciar una nueva lógica distributiva, que entraría en una gran confrontación con la Troika, con Alemania, con Bruselas, un punto muy determinante al que el PSOE no se quiere enfrentar».

A su vez, de llegar al poder, los progresistas se enfrentarán a «una presión internacional enorme y una presión mediática interna enorme, sería muy difícil», dice Alemán, aunque sigue viendo como un triunfo el eventual segundo lugar que adjudican las encuestas. «Un partido sin tener nada, sólo el dinero que aportan los militantes, está en el debate a la presidencia y en las tres ciudades más importantes de España.» «