El amor y la tragedia del que tal vez sea uno de los primeros femicidios documentados de nuestra historia es puro núcleo central. En Felicitas o las niñas mudas, (la obra de Silvina Muzzanti, escrita por Adriana Tursi y dirigida por Laura D´Anna) la vida y triste final de Felicitas Guerrero (célebre por ser considerada en el siglo XVII como la “mujer más bella de la Argentina” pero también por su obligado casamiento adolescente con Martín de Álzaga) resalta como un unipersonal con fuerza sobre el escenario del Teatro Pan y Circo.

De estirpe patricia y considerada una mujer inteligente y poderosa de su tiempo, la corta vida de Felicitas no fue fácil: a los 17 años la obligan a casarse con Álzaga, para entonces tenía unos 40 años más que ella. De esta unión perdería dos hijos y, no mucho más tarde, quedaría viuda a los 24 años para luego tener un trágico final en manos de un hombre de familia adinerada que no pudo hacerla suya. En definitiva, la obra da cuenta de sus últimos minutos de vida donde la felicidad siempre fue algo esquivo para ella. “Poder estrenar una propuesta como esta es increíble, pero en realidad soy una hija del trabajo y lo mismo sucede con todas las personas que participan de esta apuesta. Trabajando en el teatro independiente no nos planteamos tanto el tema de las dificultades porque siempre las hay, todo es más caro y cuesta arriba en todo sentido. Sin embargo, la misma independencia no te permite pensar en la no posibilidad de hacer teatro. Esta obra es entonces una prueba de eso”, sostiene la directora Laura D´Anna.

La historia de Felicitas o las niñas mudas llegó a manos de D´Anna por parte Silvina Muzzanti, la única actriz de la obra: “De su parte recibí el libro y sinceramente me enamoré del texto al leerlo. Luego vino otro desafío porque había que montarlo, algo que por un lado no fue fácil y por otro es porque se trataba claramente de un unipersonal. La historia es apasionante pero debo aclarar que no está contada de manera lineal, lo cual le agrega complejidad al relato escénico. Desde un comienzo el libro es rico y poético, lo cual permite sacar muchas situaciones, y por supuesto está la historia de Felicitas detrás. Al estar basado todo en algo real, la investigación de los hechos se vuelve más que interesante pero también bastante peligrosa. En definitiva lo que manda es el texto dramatúrgico y por ahí nos movemos”.

Semejante suceso de la vida real también es llevado al escenario de una manera donde las sutilezas conviven con una puesta discursivamente atrayente: “Lo escrito por la autora tiene el relato entrecortado de un sueño donde la protagonista relata situaciones sucedidas un día antes de su asesinato, que en realidad representa el primer femicidio que tuvo prensa en nuestro país en 1872. Estamos en un contexto previo al de la generación del 80, con la fiebre amarilla en primer plano y donde socialmente todos se conocían. El sueño nos inspira para la puesta, donde detrás de un inmenso tul transcurre la historia de Felicitas junto a una dramaturgia del sonido y de la luz”.

“Seguro que con anterioridad hubo muchos más femicidios, pero el primero que toma estado público es este ya que ella era bella, rica y poderosa. En el diario La Nación, unos cinco días después de su muerte, se publicó que Felicitas había muerto por ser ‘víctima del furor de un hombre enamorado’, lo cual es sumamente terrible más allá del tiempo transcurrido para nuestra contemporaneidad”, concluye D´Anna.

¿Cuándo?

Felicitas o las niñas mudas. Libro: Adriana Tursi. Actúa: Silvina Muzzanti. Dirección y puesta en escena: Laura D´Anna. Sábados a las 22:30 en Teatro Pan y Arte, Boedo 876