Al odontólogo Hernán Castillo, el último de los detenidos de la bautizada “Operación Palak”, esos múltiples allanamientos que confiscaron un arsenal de guerra, le decían “El loco del Rifle”, apodo que consiguió en el polígono del Tiro Federal de Bahía Blanca, donde despuntaba el vicio de las armas de fuego.

En el consultorio de Castillo, ubicado al 300 de Castelli, la policía encontró un búnker con medio centenar de armas de guerra, en su mayoría fusiles específicos para francotiradores.

El dentista, de 43 años, fue detenido en el marco de una causa que investiga el tráfico ilegal de armas a bandas criminales de Brasil y Paraguay y que, según la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, lo secuestrado el miércoles en múltiples allanamientos en distintas provincias del país está valuado en “entre 150 y 200 millones de dólares”.

“Estamos hablando en este secuestro de unas 1.200 armas, más pólvora para unos 400.000 proyectiles, más proyectiles, más cañones antiaéreos. Estamos hablando entre 150 y 200 millones de dólares, una cantidad de plata impresionante”, dijo la ministra esta mañana en declaraciones a Radio La Red.
Bullrich remarcó que sólo uno de los cañones con balas antiaéreas que tenía la banda, “lo estaban vendiendo a dos millones de dólares”.

De acuerdo a lo informado por la agencia Télam, los 49 allanamientos realizados ayer en la “Operación Palak” –denominada así por el nombre de uno de los barcos en los que venían las piezas de armas–, fueron parte de una segunda investigación, ya que en una primera etapa, en noviembre pasado, “se había encontrado a cuatro aduaneros que habían facilitado la entrada de estas piezas de armas”.

“Se abrió una investigación en paralelo, a cargo del juez Penal Económico Pablo Yadarola, y comenzaron a trabajar en toda la inteligencia de esta organización la Gendarmería, la AFI y la AFIP”, explicó la funcionaria.

Además agregó que en esta segunda etapa “comenzó a analizarse cómo era el circuito de armado, recepción de piezas y luego de exportación criminal de estas armas por (la localidad paraguaya de) Pedro Juan Caballero hacia Brasil”.

Por último, Bullrich reveló que “hay otro (búnker) al que todavía no se pudo entrar porque tiene una puerta con un blindaje que hay que sacarlo con explosivos”, aunque aclaró que están evaluando cuándo y cómo hacerlo.