La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) llamó en una declaración a “defender hasta tal punto los derechos humanos que no se los neguemos a los más débiles y vulnerables». Con ese argumento, la cúpula de la iglesia católica pidió que se rechace la legalización del aborto que se debate en comisiones en la Cámara de Diputados.

Así lo afirmaron en un mensaje titulado “Proponemos una mirada amplia. Toda vida vale”, que fue difundido a la prensa durante la reunión de la asamblea plenaria de obispos reunida desde el lunes en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de la localidad bonaerense de Pilar, presidida por el titular de la CEA, monseñor Oscar Ojea.

Allí, las autoridades de la iglesia reconocieron que no han «acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de sufrimientos y límites, y padecen en soledad las consecuencias de esta decisión», y le reclamaron a los legisladores »a que se atrevan a soñar una Argentina más grande, superadora de recetas de cuarenta años atrás y a que sean capaces de proponer leyes innovadoras que tutelen tanto la vida y los derechos de la madre como la vida y la dignidad del hijo».

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En el documento, los obispos reiteran una vez más la postura de la Iglesia en contra de los proyectos de despenalización del aborto, en el marco de las audiencias que comenzaron hace dos semanas en el Congreso para debatir las iniciativas, luego de que el oficialismo propiciara su tratamiento.

“Una Nación democrática, moderna y progresista, debe tener la capacidad, el ingenio y la creatividad, de buscar soluciones nuevas que resuelvan los problemas, sin necesidad de matar o ‘interrumpir’ vidas de seres humanos”, señala la declaración suscripta por un centenar de obispos de todo el país.

En ese marco, expresan: “¡Ojalá podamos defender hasta tal punto los derechos humanos, que no se los neguemos a los más débiles y vulnerables! Vale toda vida”.

“Aún hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las mujeres que viven un embarazo inesperado, en malas condiciones”, ya que “muchas de estas realidades tienen que ver con la pobreza no resuelta”, agregan los obispos en su mensaje.

“Esperamos que este debate nos permita dirigir la mirada de manera amplia a diversas situaciones que no deberíamos separar: la defensa del niño por nacer, el respeto a la mujer y el cuidado de su vida, el inmenso valor de la familia y la vida amenazada de tantos argentinos que se debaten en la pobreza y la miseria”, sostiene el Episcopado en su declaración, de una carilla.

A modo de autocrítica, los obispos indican que, “tanto la Iglesia como la sociedad, no hemos hecho lo suficiente al respecto y tampoco hemos acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de sufrimientos y límites, y padecen en soledad las consecuencias de esta decisión”.

Tras citar palabras del papa Francisco en defensa del “inocente que no ha nacido y de los pobres que ya han nacido”, la CEA alienta a los legisladores a que “se atrevan a soñar una Argentina más grande, superadora de recetas de cuarenta años atrás y a que sean capaces de proponer leyes innovadoras que tutelen tanto la vida y los derechos de la madre como la vida y la dignidad del hijo”.

“Nos duele que algo tan grande y esencial como defender la vida nos pueda enfrentar o dividir todavía más. Este momento histórico nos exige luchar codo a codo por los más frágiles de nuestra querida Argentina”, concluye el texto.