«Me absolvieron, pero espero que al menos sirva para un debate real. Son muchas las investigaciones que encontraron fallas», sostuvo en Radio Del Plata el desarrollador de software, Joaquín Sorianello, quien fue sobreseído del proceso judicial por haber alertado sobre posibles fallas en el sistema de votación por Boleta Única Electrónica, que se probó en las PASO porteñas, y que es similar al sistema que el gobierno propone usar en las elecciones generales a partir de 2017.

En julio del 2015, Sorianello le prestó atención al sistema y, entre los varios puntos para objetar, resaltó la posible vulnerabilidad del mismo: «La campaña de marketing alrededor del voto electrónico estuvo llena de mentiras. Ya fue sospechoso que le cambiaron el nombre», comentó el desarrollador de software. «Entre los manuales de operación detecté que había prácticas de seguridad pésimas. El punto cúlmine decía que el centro de cómputos de las escuelas, estaba almacenados en un servidor, con clav»”, detalló quien además afirmó que: «Es barato adulterarlo. Comprobarlo, no es fácil.»

El sistema que empezó a ser descartado por países que ya lo habían probado, como Holanda y Alemania, se torna difícil de analizar para la mayoría de los seres humanos, por más que la tecnología es utilizada a diario en todo el mundo. «No estamos en contra del uso de tecnología informática, sino el resguardo del voto secreto», contó el programador informático independiente, Javier Smaldone.

«Todos los sistemas informáticos tienen tremendos problemas del derecho del voto secreto», afirmó el programador quien desarrolló su concepto al puntualizar que: «No se puede votar con una computadora mediante. En Holanda se demostró que con un equipo de radio se podía saber a quién estaba votando una persona. Por eso desde 2000 volvió al sistema de boleta única», manifestó el programador informático.

«Lo que se demostró es que la lectura del chip, para el conteo de votos, es vulnerable», resaltó Smaldone, quien remarcó que si bien se puede llegar a implementar un sistema electrónico, descartó que el utilizado para la elección de jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el año pasado, porque: «Con este sistema, lo que puede ser vulnerado es el chip.»

«En la Ciudad lo que falló de la empresa MSA fue la transmisión segura de datos, porque usó claves para cada escuela y por un error expuso esa llave en un servidor de internet. Si nadie lo hubiese advertido (como lo hizo Sorianello) se podrían haber modificado datos, sin que nadie sospeche del sistema», contó Smaldone, quien subrayó que: «Ningún experto en seguridad puede afirmar que el voto electrónico es seguro. Por la complejidad del sistema», sostuvo el desarrollador.