El jueves, minutos después de las 3 de la tarde, en las instalaciones del Escuadrón 36 de Gendarmería, en Esquel, se decidió que Facundo Jones Huala, el primer integrante de un pueblo originario en ser sometido a un juicio de extradición, permanezca en la Argentina, indiferente a las exigencias de la justicia chilena. El juez federal Guido Otranto resolvió además “la inmediata libertad” del acusado. Antes de conocer el fallo, Jones Huala advirtió: “Pase lo que pase voy a seguir luchando contra las transnacionales. Los mapuches somos marginados, nadie respeta nuestra cultura”.

Referentes de los Derechos Humanos como el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; el presidente del Consejo Consultivo de Pueblos Originarios, Félix Díaz; y el titular de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Eduardo Moreau, celebraron la noticia. Habían viajado hasta el sur para presenciar las audiencias y manifestar su apoyo. En las calles, la comunidad mapuche improvisó una fiesta.

A Jones Huala, de 30 años, lo pedían desde el otro lado de la Cordillera desde 2014, cuando fue acusado de tenencia ilegal de armas de fabricación artesanal y municiones, incendio de un inmueble en zona rural e infracción a la Ley de Extranjería, tras haber ingresado al vecino país de manera clandestina. El juez declaró “la nulidad del informe presentado el 10 de febrero de 2015 por la División de Investigaciones de la Policía de la provincia del Chubut que dio origen al proceso judicial” y de todo lo actuado como consecuencia directa de ello. La medida refiere que existieron irregularidades por parte de la policía y funcionarios provinciales y judiciales, que delataron persecución y violencia institucional, como el caso del joven que fue torturado para que declarara en contra de Jones Huala.

El activista mapuche quedó exceptuado también de cumplir arresto domiciliario –en casa de su abuela, que reside en Esquel– por otra causa que tramita la justicia chubutense. El 27 de mayo, Jones Huala fue detenido en un campo de Leleque, propiedad de la familia italiana Benetton, acusado de usurpación, tenencia y portación ilegal de arma de fuego de guerra y de abigeato agravado, en el marco de un proceso de recuperación de tierras frente a la poderosa multinacional que los mapuches sostienen desde abril de 2015.

“El de Facundo se convirtió en un caso paradigmático en el sentido de que es la primera vez que Argentina y Chile tienen que intervenir en la extradición de un miembro de un pueblo indígena, y en segundo lugar porque se da en el marco de un conflicto que la comunidad mapuche mantiene con esos mismos estados. Facundo es la voz de una defensa del territorio ancestral y de la reivindicación de un derecho colectivo como pueblo preexistente. Por todo esto, fue un preso político”, explica la abogada Sonia Ivanoff, quien asumió, junto a su colega Elisabeth Gómez Alcorta, la defensa del líder mapuche durante el juicio.

Para Ivanoff, la decisión del juez tiene más valor porque “estamos en un contexto nacional que no es proclive a escuchar o hacer una lectura de la realidad y las luchas sociales”.

Un ejemplo claro de esta interpretación reaccionaria de la historia de los pueblos originarios es el editorial del diario La Nación del pasado 21 de agosto, que reivindica la figura de Julio Argentino Roca, celebra la avanzada militar sobre las comunidades indígenas y hasta niega que el pueblo mapuche sea preexistente a la conformación del Estado argentino. El texto generó el repudio de académicos y asociaciones que luchan por los derechos indígenas. Sin embargo, resultó alarmante la falta de reacción de sectores políticos e intelectuales más amplios.

“Nosotras planteamos este caso –continúa Ivanoff– como una reivindicación histórica. Pero posiblemente las lentes que usamos son diferentes y cada uno construye su relato histórico como quiera. Lo que está claro es que ninguno debe desatender que el tema de la militarización, como ocurrió en la mal llamada Conquista del Desierto, abrió heridas importantes en estas comunidades”.

Desafortunadas intervenciones como la de la conductora Mirtha Legrand acaso sean el colmo de la invisibilización de estas causas. Hace apenas una semana, la diva entrevistaba en su programa al cantante Jorge Rojas, quien aprovechó la oportunidad para contar su experiencia al frente de Cultura Nativa, una fundación dedicada a ayudar a las comunidades del Chaco salteño. Luego de escuchar con atención, la señora preguntó: «¿Los pueblos originarios votan?». Rojas sonrió, después supo que era en serio y respondió: «Sí, claro». «

Resistencia ancestral contra Lewis

Durante la madrugada del 17 de julio pasado, dos máquinas retroexcavadoras del magnate inglés Joe Lewis, que estaban realizando el tendido eléctrico entre su central hidroeléctrica y la localidad de El Bolsón, en la provincia de Río Negro, fueron incendiadas. La agrupación Resistencia Ancestral Mapuche, que reivindica la propiedad de ese territorio y la defensa de los recursos naturales, se adjudicó el hecho.

Lewis es propietario de 12 hectáreas, donde se encuentra el Lago Escondido, cuyo acceso el multimillonario cerró al público. En su estancia se hospedó el presidente Mauricio Macri durante la reciente visita de su par estadounidense Barack Obama.