Alejandro Ontiveros fue despedido de la planta impresora de Clarín luego de 13 años de trabajo el día que fue electo delegado. Como muchos de sus compañeros trabajó bajo un sistema de contratación ilegal, cada día debía renovar su firma, así lleva más de mil contratos firmados. Al finalizar un evento del sindicato de prensa (Sipreba) Tiempo Argentino dialogó sobre el reciente fallo del Juzgado de Trabajo Nº 4,  a cargo de la jueza Laura Castagnino, que luego de tres años ordena su reincorporación en forma completa, sólo le permitían trabajar dos días por semana, que la empresa abone la diferencia salarial y que se efectúe un contrato por tiempo indeterminado. En el mismo dictamen ratifica que Ontiveros posee tutela sindical y reconoce las facultades sindicales de Sipreba para elegir delegados.

Ontiveros cuenta que tiene una familia numerosa, “de la que estoy muy orgulloso”. Sus hijos van a la escuela y los más grandes a la facultad. Admite que para subsitir todo este tiempo hace lo que puede, pero también que tiene “ayuda de los compañeros y del gremio en esta lucha, que es desigual, porque es una patronal con mucho peso.”

Con sus palabras explica brevemente su recorrido laboral y como la empresa por décadas utiliza una metodología de contratación diaria: “Trabajo en la parte de Expedición de la planta impresora de Clarín que está en la calle Zepita. Entré en el año 2005, en estos años siempre trabajé con un contrato eventual por día, que nunca tuve en mi poder. Siempre decían firmá y se lo quedaban ellos. Cientos de veces le hemos pedido que nos entregasen los contratos pero cada vez que lo hacíamos nos impedían trabajar al día siguiente. Es su forma de disciplinar a los trabajadores”.

También se preocupa por relatar cómo fue el proceso de organización, los apoyos que recibieron y el despido como resultado de que sus compañeros trabajadores lo eligieran delegado: “El año 2012 encontramos apoyo en la Comisión Interna de la redacción de Clarín, son dos edificios diferentes, uno el de la redacción, otro de la impresión. Ellos nos ayudaron muchísimo en la organización y, para el año 2015, decidimos hacer elecciones, en las que fui electo delegado. Automáticamente me prohibieron la entrada. Estuve cinco meses sin trabajar. Mis abogados, mediante el Sipreba, presentaron una orden de amparo, salió la cautelar con la orden de reincorporación tal y como venía trabajando, es decir, cinco días más dos francos. Pero Clarín nunca la cumplió y hace exactamente al revés: me da dos días de trabajo y me deja cinco sin trabajar.

En esta situación el delegado sindical lleva más de dos años, “con una persecución constante” y un salario que está muy debajo del mínimo, vital y móvil. “Mis compañeros, los que se atrevieron a votar o participaron de la asamblea corrieron la misma suerte que yo. A otros los obligaron a irse, abrieron el retiro voluntario, que no es tal, es involuntario ya que a una persona que trabaja cinco días le reducís a uno o dos días, lo empujás a la calle. Con este último fallo (del jueves 24 de mayo) consideramos que salimos airosos y que la lucha del sindicato y de los compañeros de la redacción dio sus frutos”.

“Los contratos eventuales son un fraude, en ningún artículo de la ley de contrato de trabajo dice que un trabajador puede desempeñarse indefinidamente con contratos por día. Hace trece años que trabajo así, pero tengo compañeros que llevan dieciocho años bajo este régimen ilegal. Esto es inaceptable, pero hoy por hoy sigue funcionando”, dice Ontiveros.

“Para peor, otro gremio, la UTPBA, avala esto. Durante mi proceso testimonial, la empresa presentó un delegado de este sindicato que defendió los intereses de la empresa y de este tipo de contrato diario. La orden además de insistir en la reincorporación de los cinco días dice que tengo tutela sindical, ya que Clarín quería desconocer, porque decía que Sipreba no estaba encuadrado legalmente. Este fallo dice que no es así, que sí tiene las facultades de cualquier sindicato” continúa reflexionando Ontiveros.

El fallo de la jueza Castagnino confirma que el delegado posee tutela sindical y que debe ser reincorporado en los mismos tiempos que venía trabajando pero con un contrato indefinido, ajustado a derecho. Ontiveros es optimista: “Clarín se va a tener que poner en regla a menos que se maneje con una Constitución paralela”.