La lluvia de inversiones prometida no llegó luego de un año y medio de implementada la política de “seducción” del gobierno nacional, finalmente se reconoció el fracaso en los hechos y Juan Procaccini, responsable de la Agencia Argentina de Inversiones, tuvo que renunciar.

La imposibilidad de tapar esta realidad, llevó al Ministerio de Producción a tomar esta decisión a poco tiempo de las elecciones nacionales. Sin embargo, lejos de una autocrítica, fuentes del Ministerio, por un lado, le echaron la culpa al miedo de los potenciales inversores a que el kirchnerismo gane las elecciones y, por otro lado, adujeron “razones personales” del funcionario que volvería a desempeñarse en el sector privado al frente de su propio fondo de inversiones. “Mi objetivo es seguir aportando ahora desde el mundo privado para que las inversiones sigan llegando y generando oportunidades de crecimiento para nuestro país”, declaró Procaccini.

El comunicado oficial del Ministerio de Producción intenta dar un apariencia positiva a la remoción del funcionario con argumentos que el público puede evaluar cuán cerca están de la realidad: “En estos 18 meses el equipo liderado por Juan Procaccini contribuyó a volver a colocar a la Argentina como una opción de inversión ante el mundo; y logró importantes avances en la promoción de negocios y en la formación de exportadores.”

Los números de la Agencia muestran que en junio apenas se registraron seis anuncios de inversiones extranjeras, el nivel más bajo desde diciembre de 2015, seguido por ocho casos de febrero de 2016.

A cargo de la Agencia queda la segunda línea de trabajo, Pablo Tarantini actual director general de Inversiones, y Juan Pablo Tripodi director general de Comercio Internacional.