El debate por la legalización del aborto atravesó a la sociedad argentina y quienes la militan no limitan sus posturas a la actividad parlamentaria y la extienden a todos los ámbitos de su vida. Por eso, por ejemplo, algunas mujeres que el miércoles por la noche, mientras se debatía el proyecto en el Senado, fueron a cenar el Restaurant Punta Cuore, a pocas cuadras del Congreso, le hicieron saber al diputado Alfredo Olmedo que su presencia no iba a pasar desapercibida en dicho establecimiento.

No bien lo identificaron, casi todos los presentes comentaron a cantar “Aborto legal/en el hospital” con mucho entusiasmo y sin agresiones, ante la picaresca del diputado, quien no solo se opuso y militó contra el proyecto, sino que también en la Cámara Baja pronunció uno de los discursos más provocadores y agresivos que se escucharon.  “Hay un negocio encubierto: el tema de las células. Tengamos respeto por el ser humano, no hagamos negocio de la muerte. Si sale la ley, estoy pidiendo un cementerio para las víctimas del aborto. Voy a ser muy duro: los tendrán que cremar a los chicos para que ninguno haga negocio con un chico muerto. En el país de las libertades, no podemos vivir en libertinaje”, dijo, y no conforme, reiteró su idea de obligar a todas las mujeres embarazadas a gestar y pidió que Mauricio Macri vetara la ley, en caso de que se promulgara en el Congreso.

Según testigos y lo que se ve en el video, Olmedo ingresó al restaurante sin su habitual campera amarilla y acompañado de otro hombre, que vestía de rojo. Quienes estaba ahí presente relatan que una vez que el diputado se retirara del establecimiento, un tercer hombre ingresó y les tomó fotografías a las autoras de este video, quien denuncian que una hora más tarde, cuando terminaron de comer, ese mismo hombre las esperaba a una cuadra en actitud sospechosa.