«No habrá ningún homenaje a Pétain el sábado». El presidente francés, Emmanuel Macron, encontró en esta frase la forma de acallar las voces de protesta por el homenaje que había pensado para el militar que en 1918 fue un héroe y desde 1945 figura en el pabellón de los impresentables de la historia gala.

«Nunca fue cuestión de homenajearlo individualmente», dijo Macron en la localidad de Maubège, al norte del país, según un cable de la agencia AFP. El mandatario visitaba los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial en el marco de la conmemoración del centenario del Armisticio de este conflicto.

Philippe Pétain «fue uno de los (…) grandes soldados de la guerra de 14-18, eso no se puede borrar, así que dije simplemente que no se puede borrar la historia, no somos los fiscales de la historia», señaló el jefe de Estado, quien denunció un sistema que crea «polémicas inútiles», en una alusión clara a la prensa y a las redes sociales.

La polémica nació el miércoles, cuando Macron estimó que era «legítimo» hablar de Pétain en un homenaje a los militares que condujeron a Francia a la victoria en 1918.

«Durante la Primera Guerra Mundial fue un gran soldado» pero tomó «decisiones funestas» en la Segunda Guerra Mundial al colaborar con los nazis, argumentó el presidente francés.

El colaboracionismo con los nazis forma parte de una historia de la que los franceses no quisieran hablar. Pétain, efectivamente, fue el héroe que logró contener a los alemanes en Verdún en 1916, y por eso fue llamado a conducir el país en un momento clave: cuando luego de la invasión alemana de 1940 cundió el estupor y no había respuesta de la sociedad ante esta nueva injuria.

Las tropas germanas llegaron a París, algo que no había ocurrido nunca. Pero también en Francia había antisemitas y xenófobos, de modo que el mensaje nazi no parecía ajeno a los oídos de muchos.

Es así que mientras una parte de la población se oponía y formó la resistencia, otra aceptó ingresar en ese nuevo mundo que proponía Hitler. Colaborar pero mantener la identidad, era la propuesta de Pétain, asentado en la ciudad de Vichy, al sur de Paris. Pétain murió en la cárcel a los 95 años, en 1951.

La ceremonia principal de la celebración se llevará a cabo en el monumento de guerra del Arco de Triunfo en París, a las 11 am el 11 de noviembre, marcando el momento en que las armas finalmente fueron silenciadas después de cuatro años de guerra.

Líderes de unos 60 países asistirán al evento, entre ellos la alemana Ángela Merkel, el turco Recep Tayyip Erdogan, y el ruso Vladimir Putin. El presidente estadounidense, Donald Trump, se encontrará con Macron este sábado y anunciaron que debatirán la situación el Siria. Otra señal de que no hubo ningún fin de la Guerra.

El Kremlin dejó trascender que el presidente ruso, Vladimir Putin, suspendió un encuentro que se había anunciado con Trump el domingo. Todo indica que fue a pedido de Macron, para que esa cumbre no opacara su festejo.