Luego de una semana cargada de denuncias de fraude, no reconocimiento de los resultados y advertencias de llevar el caso a instancias internacionales y promover movilizaciones de repudio, la oposición venezolana comenzó a revisar su enfoque frente a las elecciones a gobernador del domingo pasado en las que el chavismo ganó en 18 de los 23 estados, según los números oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE). Además de que algunos dirigentes de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) comenzaron en forma aislada a admitir la derrota, como el secretario general de Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, quien adjudicó el revés a “la falta de unidad en la MUD”, este viernes representantes de todas las fuerzas avalaron la “auditoría de verificación ciudadana Fase II” realizada por el CNE para establecer que no haya diferencia entre los comprobantes y las actas de escrutinios que fueron transmitidas al Centro Nacional de Totalización (CNT) del Poder Electoral. Esta segunda auditoría (la primera se realizó el mismo día de la elección frente a los observadores internacionales) analiza los comprobantes de voto de 203 máquinas electrónicas de votación usadas en los 23 estados. Estos equipos son elegidos por sorteo y constituyen el 0,63% del total. Los comprobantes se comparan con los datos del cuaderno de votación, el acta de escrutinio y los resultados emitidos por el CNT y publicados en la página oficial del CNE.

Pero lo más relevante se resolverá hoy, cuando los cinco opositores electos por los estados de Anzoátegui, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia evaluarán si se presentan ante la Asamblea Nacional Constituyente para la jura de sus cargos, a lo que se habían negado. «Conversaremos en Caracas para determinar en colectivo una sola acción que pueda representar el anhelo de un pueblo que se siente vulnerado por un régimen», dijo ayer Laidy Gómez, gobernadora electa en Táchira. Por su parte, el candidato electo de Zulia, Juan Pablo Guanipa, anunció que los cinco electos de la MUD realizarán un proceso de consulta con el pueblo para decidir sobre su juramentación. “Tomamos la decisión de actuar en bloque y de irnos cada uno a nuestro estado como lo estamos haciendo para iniciar un proceso de consulta con todos los sectores”, señaló.

Tras el desempeño electoral del domingo pasado, que superó las expectativas más optimistas dentro del chavismo, el presidente Nicolás Maduro advirtió que como condición para asumir los candidatos electos debían juramentar ante la ANC, constituida hoy en el órgano de suprapoder con el que el gobierno chavista aspira a resolver los problemas económicos y políticos del país. Los dirigentes de la MUD la consideran ilegítima y fraudulenta, al punto de que no participaron de su elección el 30 de julio, ni presentaron candidatos, cuyo resultado es que no hay ningún constituyente que representa a este importante espacio de la oposición.

La presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, tomó juramento a los 18 gobernadores chavistas el pasado miércoles, en un acto al que la oposición ya había anunciado su ausencia. «La Mesa de la Unidad y sus gobernadores electos ratifican su compromiso con la voluntad del pueblo expresada el pasado 16 de julio», señalaron en un comunicado, refiriéndose a la consulta que realizaron para manifestar su rechazo a la conformación de la ANC en la que, según sus propias cifras, participaron unos 7 millones de personas.

Ayer, Rodríguez insistió con el llamado a los opositores. Durante el acto de asunción de de Henry Rangel Silva como gobernador reelecto del estado Trujillo, la funcionaria pidió que se acabe de “contrariar la institucionalidad y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Nosotros los esperamos en la constituyente para que presten juramento”.

Un día antes, el presidente Maduro había sido bastante más contundente. Amenazó a la oposición con repetir elecciones en los estados en que ganaron si mantienen la decisión de no jurar ante la Asamblea. “El que quiera ser gobernador tendrá que reconocer la Asamblea Nacional Constituyente. Si no, se repetirán elecciones en los estados donde no se reconozca la asamblea”, dijo Maduro en la toma de posesión del estado Lara por la candidata electa, Carmen Meléndez.

Con una asistencia del 61% del electorado, más que en las elecciones de 2012, el chavismo se apuntó algunas victorias clave, como la que le arrebató a la MUD el estado de Miranda, gobernado hasta ahora por el varias veces candidato presidencial Henrique Capriles, de Primero Justicia. Su delfín, Carlos Ocariz, perdió ante el joven oficialista Héctor Rodríguez por una diferencia de 7 puntos. Ocariz asegura que hubo “irregularidades” producidas por cambios en las mesas de votación en días previos a la elección y eso generó una diferencia de votos en su contra. Un argumento similar esgrimió el candidato de Un Nuevo Tiempo, Andrés Velásquez, que perdió en Bolívar frente al chavista Justo Noguera Petri. 

Además señalaron una serie de hechos que podrían determinar votos inducidos o coerciones, con “pruebas” que piensan presentar ante organismos internacionales. Sin embargo un informe de los veedores internacionales afirma que tanto las auditorías como la jornada en su totalidad se desarrollaron con “normalidad y transparencia”. «