El peronismo se encontrará este jueves en la capital de la provincia de La Pampa para celebrarse a sí mismo. Se congregará en la ciudad de Santa Rosa, en el marco de un nuevo aniversario del 17 de octubre, y con la presencia de Alberto y Cristina, los dos integrantes de la fórmula presidencial. También estarán casi todos los gobernadores de signo PJ, al igual que los candidatos con chances ciertas de serlo en breve, como Axel Kicillof en Buenos Aires. La celebración se alimentará de la memoria del pasado, por aquella jornada de movilización en la calle que consolidó el vínculo Perón-trabajadores y se convirtió en el nacimiento oficial del peronismo.

Pero la clave de lo que sucederá en el Parque Laguna Don Tomás, un amplio espacio verde de la capital pampeana, será el inevitable festejo por el futuro inmediato, por lo que está por ocurrir: el peronismo está muy cerca de volver al gobierno y eso, como a todo partido de poder, le gusta mucho. Incluso se podría decir que ese potencial regreso al Estado es la principal fuerza gravitatoria que reúne lo que en otros momentos (como durante la resistencia desde el llano en tiempos de oposición) se aleja y se fractura en malos términos.

Otro rasgo importante de lo que sucederá en La Pampa es que el PJ –que con el Frente de Todos optó por una estrategia electoral frentista, como en buena parte de su historia- presentará sobre el escenario a tres de los artífices de la reunificación partidaria. Se trata del gobernador anfitrión Carlos Verna, la senadora nacional y candidata a vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y el candidato a presidente Alberto Fernández. Serán los únicos oradores de la jornada y hablarán en ese orden.

Se descuenta que en los discursos se recordarán las conversaciones que empezaron a  darse en el verano de 2017 y en los primeros meses de 2018. Esos diálogos primero fueron privados, luego públicos, y concluyeron con la gran decisión estratégica del último año: la oferta que CFK le hizo a Alberto Fernández para compartir una fórmula presidencial pero con el ex jefe de Gabinete en el primer lugar del binomio. Aquel terremoto del sábado 18 de mayo por la mañana, cuando se viralizó el video de Cristina con el anuncio menos esperado del año, consolidó definitivamente el reacercamiento entre el kirchnerismo y el PJ más tradicional. 

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(Foto: Prensa Frente de Todos)

Todo ese proceso había comenzado un año y medio atrás.  En esa aproximación y posterior acuerdo fue clave el rol que jugó el gobernador de La Pampa. Verna, en particular, siempre había sido un referente del justicialismo más distante de Néstor y Cristina. Sin embargo, algo comenzó a gestarse tras las PASO de 2017, en las elecciones legislativas de medio término. En aquel momento Cambiemos estaba en su apogeo: a pesar de ser una provincia tradicionalmente peronista, el macrismo había ganado las primarias. Los candidatos de Mauricio Macri se preparaban para otro triunfo en las generales.

Fue entonces que el propio Verna y la senadora camporista María Luz Alonso, conocida entre sus allegados como “Luchy”, iniciaron un diálogo que tuvo como primer gesto el trabajo en conjunto para revertir el revés de las PASO. Ese primer objetivo se logró y entonces Verna, Máximo Kirchner y la propia CFK empezaron a dialogar de modo mucho más frecuente. Por si hacía falta algo más, las posturas en el Parlamento de los representantes de La Pampa y las declaraciones públicas del gobernador mostraban una fuerte convicción en resistir el ajuste estructural que la Casa Rosada buscaba implantar a todo vapor en todo el país. La coincidencia en el rechazo a las políticas de Cambiemos no significaba acordar en todo cuando se trataba de la representación local: en la disputa por la intendencia de Santa Rosa el kirchnerismo apostó con fuerza con el actual intendente electo, Luciano Di Nápoli, un joven dirigente de La Cámpora. Le salió bien, porque Di Nápoli ganó las PASO contra el otro sector del PJ, más ligado a Verna, y se impuso también en la definitiva. 

El gobernador electo, Sergio Zilotto, es un hombre muy cercano a Verna pero en la elección general de Santa Rosa también acompañó a Di Nápoli y contribuyó en todo lo que pudo para vencer al candidato radical de Cambiemos, Leandro Altolaguirre, el intendente en ejercicio. Esa sinergia –fuerzas combinadas de sectores otrora enfrentadas- sumó un elemento más en el acercamiento kirchnerismo-PJ tradicional.

“Que se haya elegido hacer este acto en La Pampa no es azaroso. Porque en La Pampa empezó todo. Fue acá donde se produjo el primer acuerdo para la reunificación de las diferentes vertientes del peronismo”, evaluaron en diálogo con Tiempo desde el Instituto Patria, donde tienen sus oficinas los colaboradores más cercanos de CFK. “Cristina y Verna eran viejos adversarios, tuvieron una relación tirante por doce años y hoy son amigos”, completaron.

Alberto, por su parte, aprovechará su llegada a Santa Rosa (“será un viaje bastante relámpago”, confiaron en su entorno) para participar de una charla privada con Verna y los gobernadores en la previa del acto. Desde las oficinas de la calle México adelantaron a este diario que tras hacer el discurso de cierre en el acto por el 17 de octubre el postulante a presidente regresará rápidamente a Buenos Aires. “No tiene prevista ninguna otra actividad”, advirtieron.

Una de las particularidades que tendrá la jornada en La Pampa será la participación de bandas y cantantes que acompañarán a la multitud en las horas previas. Los asistentes que lleguen con tiempo recibirán de modo gratuito unos afiches diseñados especialmente para la ocasión: son fotos de Alberto, Cristina, Perón, Evita y Néstor que tienen una estética similar: un estilo “retro-moderno”, en palabras de uno de los responsables de comunicación de la coalición opositora. 

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(Foto: Prensa Frente de Todos)

Hiperactividad y cuenta regresiva: Alberto, Cristina y los gobernadores 

El viaje de toda la galaxia justicialista a La Pampa hizo que se pensara en una suerte de cierre de campaña muy anticipado. Pero no será así. Este segundo tramo de la actividad proselitista del Frente de Todos tendrá su despedida, antes de iniciarse la veda, en una de las ciudades más emblemáticas para el peronismo: Mar del Plata. Por su impronta policlasista y por su condición de ‘termómetro’ de la actividad económica de la Argentina, La Feliz es uno de los centros urbanos más disputados por el peronismo. Eso sí, no siempre con éxito. El jueves 24 de octubre será escenario de un acto multitudinario en el que compartirán el escenario Alberto, Cristina, Axel, todos los gobernadores más la candidata a intendenta Fernanda Raverta.

Pero el cierre en Mar del Plata no será la única actividad de la semana entrante. Al igual que en la recta final previa a las PASO, Alberto y Cristina aprovecharán al máximo los últimos días de la cuenta regresiva: el miércoles 23, el candidato a presidente encabezará un acto en Resistencia, Chaco, junto al gobernador actual Domingo Peppo, el mandatario electo Jorge Capitanich y los gobernadores de las provincias del norte. Ese mismo día, CFK hará lo suyo pero en La Plata. Allí acompañará a la candidata a intendenta Florencia Saintout junto a Kicillof, el primer candidato a diputado nacional Sergio Massa y todos los intendentes peronistas del distrito bonaerense. Para el Frente de Todos, ganar Mar del Plata y ganar La Plata sería un objetivo muy festejado, hasta impensado hace algunos meses.