Pasaron 93 días desde la última vez que se había jugado un partido de fútbol –de Primera– en la Argentina hasta el viernes cuando, al fin, con Sarmiento y Arsenal la maquinaria volvió a ponerse en movimiento. Más allá de la Copa América Centenario, el adiós no consumado de Messi, la renuncia de Martino, la calesita de entrenadores que terminó en Bauza, la Copa Argentina, la Recopa de River, la Copa Libertadores de la que se despidió Boca, y la Sub 23 de urgencia que armó Olarticoechea para Río 2016, todo lo que pasó en el medio fue rosca, tironeos políticos, el juego de escritorios.

El fútbol se convirtió durante esos días en uno de los territorios colonizados por el gobierno. Primero embarró las elecciones en la AFA con la IGJ. Se sacó de encima a Segura y, en un mismo golpe, también a Tinelli y Moyano, dos pesos pesados que lo incomodaban. Impuso la Superliga, un modelo similar al español, aunque todavía con un futuro incierto. Y colocó a una intervención afín con el guiño de la FIFA, mientras trata de avanzar con un proyecto de sociedades anónimas deportivas, que encontró en la última semana nada menos que el rechazo de River.

El fútbol argentino, todavía atrofiado por los 35 años de Grondona, necesita un cambio. Pero no a cualquier costo, como olvidarse de la función social que cumplen los clubes de fútbol en la Argentina, muchas veces con actividades deficitarias que un gerente dejaría de lado. Tampoco al costo de intentar ahogar al Ascenso con el poder de la billetera que todavía entrega el Fútbol para Todos, al que el macrismo ya le dio la extremaunción. Los desmanejos de esos dineros durante el kirchnerismo, investigados por la Justicia, también sembraron el terreno para que el negocio vuelva a los privados.

El conflicto no terminó, pero el fútbol volvió. Y acá va un aviso (y, si se quiere, una disculpa) para el lector: por cuestiones técnicas, Tiempo no incluirá las crónicas y resultados de los partidos del sábado. Tampoco los anuncios de los que se jugarán hoy. O el triunfo de Los Pumas 26 a 24 frente a Sudáfrica. Esa información se podrá seguir en . En estas páginas habrá notas de fondo, análisis y entrevistas, como la que abre la sección en esta edición, una charla con Bauza, el entrenador de una Selección que, como el fútbol, esta semana volverá al ruedo. Otra vez –y por suerte– con Messi en el equipo.