Los trabajadores de una empresa de Seguridad en un aeropuerto generalmente están para mantener el orden y, sobre todo, para que ningún “amigo de lo ajeno” se lleve lo que no es suyo. Pero no sería el caso de los 14 empleados de GPS que fueron detenidos el sábado en Ezeiza, acusado de pertenecer a una asociación ilícita que abría los equipajes de los pasajes y les robaba elementos de valor.

Se trata de once hombres y tres mujeres que operaban en la Terminal C, donde despegan y aterrizan los vuelos de Aerolíneas Argentinas. Los investigadores llegaron a ellos tras una serie de denuncias en las que se repetían ciertos patrones. El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, le seguía los pasos a la banda desde hacía unos meses, según revelaron las fuentes.

Finalmente, los detectives de la Policía de Seguridad Aeroportuaria pudieron establecer que cada uno de los sospechosos cumplía un rol clave para que se concretaran los robos. Primero, los operadores del scanner marcaban aquellas valijas con elementos de valor. Después, mientras algunos abrían los equipajes de los pasajeros en el patio de valijas y robaban los objetos, otros hacían de «campana»; luego estaban aquellos que sacaban estos elementos del aeropuerto en sus propias mochilas y afuera los vendían, especialmente a través del sitio Mercado Libre.

Los investigadores precisaron que las 600 cámaras instaladas en la zona denominada como carrusel, en el patio de valijas, no dejan puntos ciegos. Por eso, los sospechosos se encargaban de tapar con distintas artimañas, como la colocación de carros, los dispositivos para que no quedaran registros de los robos.

El procedimiento de la PSA incluyó la requisa de los vestuarios, armarios y vehículos de los detenidos, donde se secuestraron perfumes, teléfonos celulares, cámaras de fotos, anteojos de sol y cámaras Go Pro, entre otros objetos presuntamente robados.

Además, el juez Villena ordenó allanar los domicilios de los imputados por lo que el operativo continuó en diferentes localidades del conurbano como Isidro Casanova, Monte Grande, Carlos Spegazzini, La Tablada, El Jagüel, Tristán Suárez, Vicente Casares y Ezeiza.

En estos lugares, la PSA logró secuestrar también dos armas de fuego, 135 gramos de marihuana, nueve plantas de cannabis sativa, 43 teléfonos celulares, joyas, pendrives, notebooks, relojes, máquinas de afeitar, consolas de juegos y dinero en efectivo, entre otros objetos y documentación que podrían estar vinculados a la causa.