Conocer aspectos desconocidos de una figura mítica es un imán para los espectadores que esperan hoy en día, teniendo cuenta los nuevos hábitos de consumo audiovisual, no solo una altísima calidad en producción y realización, sino que la tramas tengan la curiosidad de contarles algo nuevo. Más cuando es alguien como Roberto Sánchez, Sandro, una leyenda popular el que está en el foco de atención. Eso tuvieron en cuenta Esther Feldman, Marisel Lloberas y Joaquín Bonet, que trabajaron creando y escribiendo, cuando la serie apenas era un embrión sin fecha exacta de nacimiento, un primer guion minucioso.

Escrita a partir del capítulo 6 por Mariano Vera,“Sandro de América” durante todo el mes de marzo, con la dirección de Adrián Caetano y protagonizada por Marco Antonio Caponi, Antonio Grimau y Agustín Sullivan, que interpretan al ídolo en las diferentes etapas de su vida, es un trabajo que llevo tres años de realización y que buscó en todo ese proceso echar luz al camino de Sandro, que superó la pobreza y los prejuicios, para convertirse en un ídolo en toda América.

Porque más allá de las canciones sobre el amor y los movimientos sensuales del “Elvis latino” que logró conquistar los corazones de miles de mujeres, el aspecto más importante en el que se trabajó fue en contar el derrotero de la figura que llegó a lo más alto, pero pagando su precio en el camino: la trama incluye desde su infancia en el conventillo de Valentín Alsina, la relación con sus padres, cómo se inició en la música y cómo nació Sandro, el alter ego de Roberto. También incluye la relación con sus amigos, Los de Fuego, y cómo escribía sus canciones también es algo no tan conocido; la consagración en el Primer Festival Buenos Aires de la Canción, las giras y cómo logró ser el primer artista latino en cantar y llenar el Madison Square Garden de Nueva York es algo que a lo que se le prestó especial atención, como las películas que protagonizó a largo de su carrera, el reconocimiento de la prensa extranjera que lo bautizó Sandro de América, pero sobre todo el nudo de la trama se puso en relatar sus amores (del primero en el barrio a su casamiento a los 61 años) , y todo el proceso de deterioro de salud que lo llevo a la muerte.

Para personificarlo desde los últimos años de su adolescencia hasta promediar los 30, Caetano y sus productores encontraron Agustín Sullivan, 27 años, que más allá de su parecido físico, hizo un trabajo muy minucioso para encontrar el tono de su interpretación. “ La verdad que lo estudió mucho para ir al casting. Sólo conocía un par de canciones y descubrir todo el esfuerzo que hizo para buscar su sueño me hizo identificar mucho con él. Fue un honor hacer de este artista popular eterno. Esta es una historia con mensaje, que todo se logra y cómo a pesar de los errores las buenas intenciones siempre llegan a buen puerto. Sobre todo en la etapa que yo retrato se transmite eso de que nada malo viene por perseverar y esforzarse por lo que uno quiere”, comenta el actor que reconoce que esta oportunidad fue un crecimiento muy importante en su carrera.
“Con este papel me podría retirar, dejé todo”, afirma Antonio Grimau, quien interpreta al ídolo en su madurez. “Todas las grabaciones fueron emocionantes, porque yo fui testigo de su nacimiento como artista. Yo lo vi por primera vez cuando yo vendía gaseosas en la cancha de Nueva Chicago. Desde la tribuna vi ese artista tremendo, con una voz inconfundible, ese carisma extraordinario. Este es un enorme regalo de la profesión de interpretar a alguien que admire tanto. La verdad que me ponía su bata, aunque sea una réplica era sentir que este no era un trabajo más”, dice Grimau que al pisar el Gran Rex dice haber sentido la presencia del gitano.

Por su lado Marco Antonio Caponi es el encargado de mostrar la etapa más complicada en la vida de Sandro. “Hice todo lo que pude para acercarme lo más posible a lo que era él entre los 35 y los 48 años que son los años que me tocaron. Engorde unos diez doce kilos , lo cual fue medio placentero porque me dedique a comer y tomar todo lo que pude, y a hacer la vida de Roberto en esa época”, contó el actor. “Transitar su gran adicción al cigarrillo fue algo muy fuerte, porque es el lado más humano que se devela en esta historia” comenta Caponi.

Además de ellos tres que se ponen en la piel del Gitano la serie tiene un elenco bien nutrido: Jorge Suárez, Luis Machín, Calu Rivero, Isabel Macedo, Eugenia Suárez, Lali Espósito, Muriel Santa Ana, Paula Rasenberg, Gastón Soffritti, Teté Coustarot, entre muchos otros actores que interpretan a las personas que lo acompañaron en su carrera y su vida.

La serie está basada en el libro de la periodista Graciela Guiñazú, quién cubría todo lo relacionado con el ídolo en Crónica TV, desde que nació el canal de Héctor Ricardo García. “Fueron muchos años. Desde 1994 hice guardias en su casa, y fui testigo de muchos momentos. En 1996 lo conocí y dos años después me dio la primera nota. Luego conocí su casa de Banfield y el Sandro oculto, así que verlo plasmado en imagen es emocionante. Por más que hay elementos de ficción para darle dramatismo la verdad que es algo muy cercano a lo que yo vi en los años que lo trate”, afirma la biógrafa del Gitano.